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NICOLINO PELLEGRINI
 
NICOLINO PELLEGRINI


Datos biográficos:

PELLEGRINI , NICOLINO : Violinista y Director de Orquesta

Nació en Viggiano, Potenza, Italia en 1873.

Estudió a los cuatro años violín en Ginebra, Suiza y a los nueve años ya ofreció conciertos en París.

En 1886 viajó a  la India y dos años después al Brasil, donde fijó residencia en Porto Alegre. Llegó al Paraguay en 1893.

Su labor en el país constituyó uno de los más valiosos aportes para la creación y consolidación de instituciones musicales, así como para la formación de músicos. Desarrolló las más variadas actividades, desde profesor de violín en 1893, afinador de piano a partir de 1895, hasta fundador de la Academia de Música Santa Cecilia de Asunción, miembro fundador y director del Departamento Música del Instituto Paraguayo y fundador de la Banda de Músicos de la Policía de la Capital en 1912, agrupación que dirigió hasta su muerte.

Se le debe además, una de las mejores reconstrucciones del Himno Nacional.

Su figura dominó la vida musical de la capital,  a comienzos del siglo XX.

Actuaba a veces como director de orquesta, otras como violinista o violoncelista. Luego del estreno de una de sus obras, la prensa comentó su labor de la siguiente manera (1913) «Nicolino Pellegrini, el veterano del arte musical, fue uno de los pocos que ha sabido sondear el alma de la música popular paraguaya, extrayendo de los fondos de su folklorismo, aquella preciosa joya Tierra Guaraní».

Pellegrini fue a su vez maestro de la más importante generación de músicos del Paraguay como: Agustín Barrios Mangoré, José Asunción Flores, Mauricio Cardozo Ocampo y otros.

Entre sus creaciones figuran: La zarzuela TIERRA GUARANÍ (1913) con textos de Fermín Domínguez, CAPRICHO PARAGUAYO, sobre motivos populares para banda (1913), HABANERA para orquesta, CAPRICHO FANTÁSTICO para orquesta, LA DEFENSA DE MAKALLÉ, AUX MORTS POUR LA PATRIE PARA CORO (1916), marcha del CLUB GUARANÍ, YA SOMOS TRES, y otras.

Falleció en Asunción en 1933.

Fuente: DICCIONARIO DE LA MÚSICA EN EL PARAGUAY  por LUIS SZARAN. Edición de la Jesuitenmission Nürnberg, Alemania 2007. 507 páginas. Edición digital: www.luisszaran.org.

 

 

 

LAS PARTITURAS ORIGINALES DE LA MARCHA “FOOT BALL GUARANÍ”

IMPORTANTE HALLAZGO DE UNA ANTIGÜEDAD MUSICAL (I)

Por ALBERTO CANDIA

 

En nuestra labor habitual de investigación y rescate, hemos avanzado significativamente al localizar una gran cantidad de partituras originales pertenecientes al gran maestro italiano Nicollino Pellegrini. Las mismas contienen diferentes obras musicales que demuestran a cabalidad la exuberancia compositiva del referido autor. Entre ellas se encuentra la marcha “Foot Ball Guaraní”, cumpliendo 100 años de creación en este preciso momento histórico. Como tantas otras cosas, las valiosas partituras, en su mayoría con más de un siglo a cuestas, se hallaban adormiladas en el fondo de unos añosos baules familiares. Hoy son redimidas para su entera ensoñación.

 

 

Con este importante hallazgo, la mencionada obra institucional se convierte en el “himno deportivo” más antiguo del Paraguay, nada más y nada menos que compuesta por el insigne y dinámico maestro italiano Nicollino Pellegrini, quien llegara al país dos décadas después de culminada la “guerra grande” de la Triple Alianza. El mismo se abocó a formar una nueva pléyade de grandes músicos y compositores paraguayos universales como Agustín Pío Barrios, José Asunción Flores, Herminio Giménez, Félix Fernández, Remberto Giménez, Gerardo Fernández Moreno, Mauricio Cardozo Ocampo, Darío Gómez Serrato y muchos otros cuando dirigía y enseñaba en los primeros años de 1900 en el “Instituto Paraguayo” (fundador), en la década del ‘10 en su “Academia Santa Cecilia” (fundador) y en los años ‘20 en la “Banda de Policía”, de cuya reorganización y dirección se hizo cargo a partir de 1913.

 

 


LA COTIDIANA TAREA DE ESCUDRIÑAR

Cada día que se avanza en esta compleja tarea de hurgar el pasado, se hallan sorpresas inauditas que no condicen con la historia oficial, notándose además el desamparo gubernamental hacia cualquier reliquia o antigüedad de la nación. Entonces, nos convencemos absolutamente de que la historia deportiva y musical del Paraguay obliga a todos a re-estudiarla y re-escribirla. Es imperioso un profundo revisionismo histórico cuya acción y política deben provenir del mismo Estado y las instituciones que administran estas disciplinas en nuestro país, muy alejadas de las profundidades de los hechos acontecidos y más preocupados de la superficialidad exitista, efímera o perecedera. Este revisionismo implica investigación seria y un completo análisis de todos los procesos desarrollados hasta hoy día, porque la historia argumentada y sustanciosa, se halla ausente o inconexa en su mayor parte.


CREACIÓN MUSICAL PARA EL BICAMPEÓN INVICTO

Esta obra tuvo su estreno mundial en el Teatro Nacional (hoy Municipal). Una gran noche de concierto a cargo del maestro italiano el sábado 4 de enero de 1908. La obra empezó a componerla en el mes de octubre de 1907, inmediatamente después de la celebración aborigen por el doble campeonato invicto (1906 y 1907) que se realizara en el domicilio del presidente aurinegro Juan Patri Bello (hoy el Correo Central) y la finalizó, totalmente orquestada, para la segunda quincena de diciembre. Dicho evento tuvo gran repercusión en la prensa escrita, las únicas de ese año en circulación, como “Papel y Tinta”, “El Cívico”, “El Diario”, La Ley”, “La Patria”, “Rojo y Azul” y “El Enano”, a quienes también les obsequió una composición titulada “Capricho Paraguayo” con una dedicatoria que rezaba: A la culta prensa paraguaya.

En aquellos tiempos, la sociedad deportiva “Foot Ball Guaraní” estaba integrada por los más distinguidos representantes de la sociedad paraguaya, generadores de todo el movimiento económico, financiero, político y cultural de la república. Precisamente el maestro italiano era uno de los más connotados socios activos de la sociedad campeona, así como varios de la colectividad italiana que mostraban su simpatía hacia el brillante campeón.

 



ESTRENO INÉDITO DE LA MARCHA INSTITUCIONAL

La enorme algarabía producida por el novel deporte en el ámbito socio-deportivo, forjó en el maestro la inquietud y la inspiración que lo llevó a componer un “himno”, además de los lazos afectivos que primaban, ya que el presidente del club era el hijo menor de su querido amigo Luiggi Patri, fallecido en Italia hacía poco tiempo. En esa noche de estreno y ante un lleno completo que rebosaba la platea del Teatro, el invitado de honor al concierto fue el insigne guitarrista Agustín Pío Barrios (ex alumno del maestro) con sus escasos 18 abriles. El programa (ver gráfica) comprendía tres partes y en cada una de ellas se incluía las todavía incipientes “producciones nacionales”, una verdadera proeza en un círculo muy cerrado, adepto a las influencias de los grandes clásicos de la música europea del siglo XIX. Toda la sociedad asuncena se encontraba en las tribunas del Teatro, tomando parte de un acontecimiento artístico-social, al inaugurarse de esa forma la temporada cultural de 1908.

 

Edición impresa del diario ABC COLOR

Domingo, 30 de Diciembre de 2007

Fuente digital: ABC COLOR DIGITAL/ PARAGUAY

 

 

 

 

“F.B. GUARANÍ”, LA MÁS ANTIGUA EVOCACIÓN DEPORTIVA

IMPORTANTE HALLAZGO DE UNA ANTIGÜEDAD MUSICAL (II)

Por ALBERTO CANDIA

 

Escasa  es la investigación y compilación en material musical (musicología). El Dr. Juan Max Boettner realizó el ensayo más importante hasta hoy de los distintos procesos musicales que se fueron propiciando en el Paraguay colonial y la república independiente. Una infinidad de aspectos quedan aún por desvelarse, ya que están en su abstracción sempiterna. Por ello, cuando nos encontramos ante esta situación, nos regocijamos porque los melómanos paraguayos podrán unir algunos “cabos sueltos” que aún perduran a granel en el proceso histórico de la música paraguaya.

 

En medio del deleite que implica el rescate de los elementos históricos y biográficos sobre el Paraguay y que estuvieron a punto de perderse de por vida por la fatídica inercia generacional, nos damos el lujo de dar a conocer con total normalidad y como “noticia del presente“ un sintético perfil del más importante maestro italiano, formador académico de una camada de autores y compositores paraguayos que hoy representan los verdaderos símbolos de nuestra música popular.

 

 DORMIDA EN EL MÁS PROFUNDO SUEÑO

Las partituras encontradas se hallaban  diseminadas entre las nietas y bisnietos del celebrado compositor, proviniendo de los baúles antiguos de la familia que contienen parte de la herencia familiar de Lucila y Lelia Pellegrini. El hijo de esta, Eduardo, guitarrista y ceramista consustanciado con nuestras ideas, colaboró generosamente para lograr el objetivo de ubicar las distintas creaciones del gran maestro italiano. A pesar del tiempo transcurrido, todas las partituras se encuentran en buen estado de conservación, gracias a lo cual se puede observar nítidamente la optima caligrafía musical de Nicolino Pellegrini, materializada con pluma y tinta china de la época.

A la marcha “Foot Ball Guaraní” solo se la nombraba como parte de sus probables creaciones en diferentes textos musicales. Después de 100 años nadie tenía conocimiento de su existencia real porque jamás se la oyó en estos tiempos, no se vio partitura alguna de la misma y por ende no se la grabó. Ni la Banda de Policía cobija esta obra en sus archvos, la única que posee nuestra tradicional agrupación es la obra ”Capricho Paraguayo”. Si nadie la “tocó“ más –probablemente- es porque ningún maestro le dio la debida importancia por tratarse simple y llanamente de una “marcha deportiva“ o de un “musical invocatorio”.

 

ESCASA DIFUSIÓN Y OLVIDO DE “F.B. GUARANÍ”

Solo el propio autor –aborigen de rancia estirpe- la incluyó en un programa para su estreno musical, dejando escapar sus melodías para posteriormente ser interpretadas de nuevo en los años 1921 y 1923, ocasiones en que el club obtuvo sendos campeonatos. Después nada, pasó a dormir un profundo sueño y más aún después de fallecer el autor en el año 1933.

Ante la problable desaparición de esta partitura hemos ido atando cabos e hilando acontecimientos hasta descubrirla. Nos basamos en la relación de los distintos procesos de la fundación institucional, abocándonos a intentar ubicarla “en medio de un pajar”. Felizmente encontramos “la aguja”, estaba allí en el centro mismo del montículo, intacta. La orquestación está completa y existe también un versión para piano.

 

 A INTERPRETAR, GRABAR Y DIFUNDIRLA

El club Guaraní no posee una producción propia de sus invocaciones como lo tiene Olimpia, Cerro Porteño y Libertad. Es un descuido asociativo imperdonable, los directivos poco o nada se han ocupado de los valores intangibles, pertenecientes a la institución misma. A lo largo de su historia, varios compositores dedicaron sus creaciones al club como el arpista Daniel López, cuya obra la grabó Luis Alberto del Paraná, el guitarrista Quemil Yambay quien también la grabó, el violinista Saverio Ricciardi que con la letra de Gerardo Halley Mora crearon lo que hoy es la identificación del club “Legendario Guaraní” grabado por varios intérpretes, el maestro Juan Carlos Moreno González cuya producción aún se encuentra inédita y otras más que deben ser re-grabadas para renovarlas y adaptarlas al nuevo siglo.

  Ahora aparece esta composición prácticamente inédita por el paso del tiempo y que por su naturaleza misma es la “niña bonita” de las obras dedicadas a la institución. Guaraní requiere imperiosamente de una manufactura propia para aglutinar todas las obras por ella inspiradas y presenter a su afición la querencia hecha música.

Edición impresa del diario ABC COLOR

Lunes, 31 de Diciembre de 2007

Fuente digital: ABC COLOR DIGITAL/ PARAGUAY

 

 

 

 

PELLEGRINI SORPRENDE CON UNA PROFUSA CREACIÓN

IMPORTANTE HALLAZGO DE UNA ANTIGÜEDAD MUSICAL (III Y FINAL)

Por ALBERTO CANDIA

 

La hecatombe del ’70 dejó a nuestras bandas musicales dispersadas por toda la geografía nacional. Después de ser arrebatada gran parte de la nación, los silentes músicos empezaron a susurrar las primeras entonaciones para iniciar la ciclópea tarea de elevar el espíritu nacional con miras a la reconstrucción de la patria vieja. “Silbadores”, “Tocadores” y “Trompas” paraguayos aunaron esfuerzos en pro de la república, logrando las incipientes y emotivas concentraciones populares en los pasos, villas y parajes, donde se exhalaban los primeros síntomas de orgullo y algarabía comunitarios.

Al mismo tiempo, los inmigrantes europeos –vía Buenos Aires– iban llegando a la Asunción colonial con las primeras compañías de espectáculos musicales que desembarcaban con entusiasmo. Así empezó a bullir el ambiente hasta que en el contexto de dicho conglomerado arribó un italiano de 17 años llamado Nicollino Pellegrini. Este jovenzuelo que jamás pensó quedarse, venía transitoriamente a trabajar como músico profesional. El destino le tenía deparado su futuro en la roja tierra del Paraguay. Sepamos algo de su vida…
 

 

Importante documento. Lista elaborada en puño y letra por el maestro.

Sus composiciones desde 1893 a 1907.

En catorce años superan las cincuenta obras, demostrando su gran productividad.

 

 

 

¿QUIÉN FUE NICOLLINO PELLEGRINI?

 

Compendiando su perfil podemos ilustrar lo que sigue: nació en Milán (Italia) el 21 de noviembre de 1874, tres años después de concluida la guerra de la Triple Alianza. Muy pronto quedó huérfano de madre. A pesar de la laceración espiritual que esto significaba, demostró muy rápidamente ser un niño prodigio para la música, por lo que a los cuatro años su tío lo inscribió en un conservatorio de “Villa Lumiere” (París, Francia) para estudiar académicamente el instrumento de su fascinación: el violín. Prontamente empezó a ofrecer conciertos en diversas ciudades europeas como intérprete y compositor, muy especialmente en París, centro cultural de Europa en ese momento. Su aptitud e inclinación hacia la variedad de instrumentos y su espíritu andariego lo indujeron a acompañar al tío a recorrer varios países, muy especialmente India, Egipto, Argentina y finalmente Paraguay.



SU LLEGADA A LA CIUDAD CAPITAL

A esta república arribó en 1891 integrando una compañía sinfónica infantil como primer violinista. Después del concierto se enfermó de tifoidea y fue acogido para su atención y recuperación por la familia italiana Perrupato, donde conoció a su futura esposa, formando una familia numerosa de 13 hijos (6 varones y 7 mujeres).

Desde su radicación se constituyó en un hombre clave para el ávido ambiente musical de nuestro país, dedicándose por entero a la dirección, la docencia y al desarrollo del arte en la ciudad capital. Su genio musical permitió la consolidación en la formación teórico-práctica de la posguerra de varios incipientes pero talentosos músicos paraguayos. Se consagró a conformar grupos y orquestas musicales, a enseñar en academias y a componer nuevas obras que calaron muy hondo en el gusto popular de entonces, culminando su labor en entusiastas conciertos que atraían al público.


ENTREGADO A LAS COMPOSICIONES

Entre sus composiciones que rondan las 100 piezas, podemos citar aquellas que mayor impacto causaron: una adaptación del “Himno Nacional Paraguayo” para que el pueblo pudiera cantarlo en una tonalidad accesible, la musicalización de cinco partes de una revista musical del poeta español Fermín Domínguez llamada “Tierra Guaraní” (una especie de zarzuela u opereta), una fantasía sobre motivos criollos bautizada “Capricho Paraguayo”, una habanera orquestada y ofrendada a su flamante familia “Ya somos tres”, una policromía denominada “Capricho Fantástico” dedicada a su paisano y amigo Luiggi Patri, el hombre más adinerado del Paraguay en los finales del siglo XIX.

Luego contamos los tangos paraguayos “Chubasco”, “La Paraguaya” regalado en 1907 a Venancia Triay de Stewart, “Lluvia de oro” ofrecido en el mismo año a su compadre el Dr. William Stewart, “Occhi Celeste” (Ojos celestes) en homenaje a Isabel Bibolini, un coral a cuatro voces “Aux morts pour la Patrie” (A los muertos por la patria) consagrado a los héroes combatientes caídos en la guerra del ’70 e interpretado briosamente por los alumnos del colegio San José, “La difesa di Makallé” (La defensa de Makallé) invocando al rey Humberto I (1844-1900), el vals “¿Cómo le va?”, “Pizzicatto rubia” solo para 24 violines, la sinfonía inconclusa sobre el grito de guerra paraguayo “Diana Mbaya” y muchas otras creaciones.


LAS MÁS POPULARES ERAN LAS MARCHAS

 

 

De izq. a der. Dedicada a Juanita Perrupato, cuñada del compositor;

Dedicada al directorio de la empresa Azucarera del Paraguay;

Dedicada a Deidamia Heyn, hermana de Anselmita;

Dedicada a Venancia Triay de Stewart, médico de los López y

Dedicada a sus ahijadas Catalina y Marguerite, hijas de W. Stewart.

 

Todavía se sentía en todo el país el espíritu marcial. Los músicos debían necesariamente interpretar y componer con dicho ritmo. El medio sociocultural lo exigía, razón por la que todos los autores nacionales y extranjeros tienen gran cantidad de creaciones marciales.

Las marchas del maestro Pellegrini son copiosas, entre las cuales logramos aludir a “20 de Setiembre de 1870” en recordación de la unificación de su Italia natal, “Libertad” brindado al presidente Juan Bautista Gaona en 1905, “Guardia Nacional” regalado al batallón de aspirantes, “Foot Ball Guaraní” creada en 1907, y entre las últimas, antes de su fallecimiento, se mencionan a “Club Alemán”, “Boquerón” y “Fortín Arce”.

La mayor parte de sus composiciones se hallan impresas en diferentes editoras de Buenos Aires como “D.A. Medina & Hijo”, “Musical Ortelli Hnos.” y “Ediciones Breyer Hnos.”, ya que cada cierto tiempo el maestro viajaba “al Plata” para llevar al papel sus piezas musicales, cuyos volúmenes deberían ser rescatados para montar una completa “Colección Pellegrini”.
Aunque de formación puramente clásica, su inspiración abarcó varios estilos de carácter popular demostrando versatilidad musical.
Compuso “Habanera”, “Gavota”, “Mazurca”, “Tango”, “Tarantela”, “Polca”, “Galopa”, “Vals”, “Jota”, “Chotis”, “Marchas”, entre otras, moviéndose como “pez en el agua” en aquellas cuya estructura rítmica se basó en el 2/4.


Como se ve, su labor creativa fue muy prolífica en el Paraguay, a la que adoptó como su segunda y definitiva patria. Aquí se casó con la italiana Teresa Perrupato Cesarini (11-XI-1875/15-VI-1957) residente en Asunción, radicándose definitivamente en este país donde falleció a los 58 años el 19 de julio de 1933 durante el desarrollo pleno de la guerra chaqueña, dejando una “frondosa orquesta” de descendientes paraguayos.

 

Edición impresa del diario ABC COLOR

Miércoles, 2 de enero de 2008

Fuente digital: ABC COLOR DIGITAL/ PARAGUAY




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