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JORGE GÓMEZ RODAS

  EL BESO DE CAÍN (Poesías de JORGE GÓMEZ RODAS)


EL BESO DE CAÍN (Poesías de JORGE GÓMEZ RODAS)

EL BESO DE CAÍN

JORGE GÓMEZ RODAS

EDICIONES TALLER

Composición y Diagramación: GILBERTO RIVEROS ARCE

Ilustración y diseño de tapa: ENRIQUE GÓMEZ CORONEL

Edición al cuidado del autor.

Portada: Extracto de “MARYLIN” (1964) de ANDY WARHOL

Diseño de portada: ENRIQUE F. GÓMEZ

Asunción, Paraguay, octubre de 2005

Hecho el depósito que marca la Ley N° 1328/98

 Impreso en Paraguay



Y todos los hombres matan lo que aman,

que lo oiga todo el mundo,

unos lo hacen con una mirada amarga,

otros con una palabra zalamera;

el cobarde lo hace con un beso,

¡el valiente con una espada!

OSCAR WILDE


Atestiguad; varones,

en descargo,

que el poeta no ha muerto.

Su lenguaje pulula

entre vosotros.

GUILLERMO LAMIA



I

OSCURO DÍA CARNAL

 

Daré un paso,

y en la muesca de mi contemplación,

crecerán sus cadenas.

(De “Las botas de metal”, 1981).

Cuervo Durbano


OSCURO DÍA CARNAL

La ardua complacencia de lo oscuro

Mancha todos los cristales.


Atiza el tumbo embriagador de mis días,

La inocencia del caldero colmado de serpientes.


Lo esencial de la luciérnaga que me deja

Ver el camino, no es la luz,

Sino el latido transparente de un cansancio

Sin promesas.


No me puedo mover por el tangencial

Límite de la sangre,

Sin un fariseo adosado a mis talones,

Ahogando una refriega de sombras y cadenas.


Al levantar la carne de las hijas de mis desvelos,

Ejércitos y poblaciones lamen mis vestiduras

Con emblemas de corazones.


AMORES SON AMORES

Mi sueño se transmuta en otro sueño

Que dejo en el desván de mi desvelo.

A un claro rastro de espuma y terciopelo

Sigue la sombra de un tálamo dormido.


En la entretela del pliegue del olvido

Queda un vestido vacío de caricias

Y asume el sortilegio de una blusa

en el brocal sediento de la brisa.


Ya por la oscura la tarde se entretiene

En el ocaso que labra el pensamiento

Robando en tantos labios la frescura

Pasajera de tímidos momentos.


He de arder enhiesto y sin ventura

Por suaves fragancias de magnolias

Y en la hebra de luz que teje el viento

Fulge un amor dormido en la memoria.


LA LEVE CANCIÓN DE TU AUSENCIA

A la gatita Priscila

El espacio donde solías acostarte,

Ha quedado vacío.

El pedazo de tu ojo dormido, se abraza

A un silencio que camina lentamente

Hacia otoños de largas moradas oscuras.

Sin embargo la canción de tu mirada

Acompasa al leve murmullo de las hojas amarillas.


Yo espero volverte a ver

En una mañana,

Cuando sigilosamente me toques la espalda,

Y sepa que el tiempo de no estar a mi lado,

Fue una pausa suave

Que vuelve a encontrarnos.


MAR DE MIS TRISTEZAS

Mar de mis tristezas que arrastras hijos de sombras,

Cerebros de acuáticas islas.


En tu movimiento fraguas la constancia de, lunas perladas

Uncidas por cabelleras

E himnos de rojas serpientes.

La ira de tus orillas, rompiente de letanías,

Ahonda mis soledades hambreándome de espumas

Y mis ansias palidecen en tu corazón de algas

Dejando a mi alma sin rumbo, salobre y estremecida.


Oh mar de locas tristezas, fluvial lamento de heridas

Abrazas todo el misterio Borde agoniza la tarde,


Oh mar de mis largas tristezas,

Gotea desde mis ajos, tu corteza de gaviotas.


DESDE TU MUERTE

En murallas de lluvias

La agonía de los espejos trazan tu muerte.


La tos vertical de oráculos de sangre,

Clama por serpientes vengativas,

Aulladas de sales bermejas y suplicantes.


Y será la yerta temperatura que engarce a tus huesos,

Con la luz harapienta de las penumbras

Aciagas de octubres desollados.


Tu sexo será la única verdad que ha de

Quedar inerme,

Salvífica de orgías funestas y larvas enfermas.


En el descenso de los cadáveres del tiempo,

Tu corazón será la apetencia de féretros auríferos,

Masturbados por huecos,

Diseminados de conjuras y pedrerías de azufre.


La luz solar penderá de los ascensores de tu esqueleto

Irradiando estrellas purpúreas

Y un arcoiris de rodillas disecadas.


De tu aliento sólo quedará la fragancia de cristales,

El descompuesto afán de las memorias vacías de águilas

Y estambres.


Dibujo en los sepulcros de sepia que desbrozan tu recuerdo,

un holograma de vientos.


EL ENTIERRO

Enterré la cabeza muerta de tu olvido

En la comisura labial de mi entrecejo.


Me fueron creciendo los dientes del invierno

En las cicatrices blancas de mi alma.


Con las manos sedientas de la tarde,

Y las hojas secas de tu espalda,

Tracé senderos de ceniza

En la brasa ardiente de mi sangre.


Himnos desollados por la aurora

Devanan cilíndricos trasiegos

Y estirpes quebradas de hojalata

Esculpen panoplias en la grava.


El salvo corazón de la memoria

Cerró de largas cruces tu borrasca.


PUNTUALMENTE TU OLVIDO

El espejo me devuelve tu sombra,

Tu anillo vacío,

El rumor silencioso de las horas.


Arropo tu cintura sembrada de trinos,

Y naciente respira tu mirada

Abrigada de vientos y hojas caídas.


Mi ardor se desvive sobre tu espalda

Y teje pájaros y canciones

En la entretela de este Domingo

Vencido de campanas y urgencias cotidianas.


A mis cincuenta años ya no es difícil conversar con la vida

Y contarle que te vas o que regresas

Herida de vuelos otoñales.

Ya la extasiada amapola de tu boca

Se arrumba con ángeles de incienso

En la herrumbrada oración de los caminos.


En la habitación de tu olvido

La cicatriz vulvar de tu aliento

Desovilla de la nostalgia

El rostro de mis lluvias vacías.


SEDIENTO DE GRISES MEMORIAS

Tosiendo águilas de sangre

Me debato entre sentir o no sentir tus desganos.


No me debo a tus cortejos de sombras,

Sin embargo bebo la muerte

En copas de cabelleras sedientas.


Los límites abisales arremolina tu pubis

Y lamen cardúmenes lacios de cicatrices de plata.


Aún conversando en silencio,

Sueño viejos acertijos en dados de blancas espaldas.


Guturalmente apodícto flagelo a voces desnudas

Que bajan de tus pezones a tu raigal descendencia.


De adioses sangran tus labios

Y yo de quererte tanto.


LAS TETAS DE LA LUNA

A mi hijo José María,

a cuya sugerencia debo el

título de este poema.

La luna navega en velos de seda

Y su ceño es río de vuelos perlados

Redonda y argenta matiza su encaje

Y ciñen a sus tetas suaves celajes.


Todo el universo corona la gracia

Que a su faz descalza dispensan los astros

Y estelares vientos sacuden la cimbra:

Relámpago asido en bridas de plata.


En enjambre herida de constelaciones

Abrazan su torso mares y planetas

Y del infinito en secuencia láctea

Fina estrellería sostiene su estampa.


La luna y sus tetas sonríen desnudas

Y Venus le presta su ingrávida sombra

Y en haces oscuros preñada de tactos

Coronan su frente sueños estelares.


Redonda y abierta la luna levanta

Sobre el horizonte su cóncava danza.


 

II

RAZA DE SOMBRAS AZULES

 

Recorriendo el eclipse de los sueños

En un tranvía de huesos taciturnos.

(De “Señales”, 1981)

(Cuervo Durbano)


RAZA DE SOMBRAS AZULES

Las viejas sombras arrastran su cabellera de soledad

Por avenidas de espejos y terciopelos.

La ciudad sangra sus lágrimas de vidrio

En cúpulas de bronce nacarados de grises desprendimientos.


Habitantes de la oscura pasión de los relojes

Marcamos aleve el tiempo de las mariposas

Heridas en un Setiembre sin memorias.


Acosadas por el hambre y la penumbra

Nuestras almas se pierden por la matriz de hojas

Y el desprecio de violines augurales.


La mente se libera por la imagen de simetrías insanas

Agobiada por raíces verticales

En la terredad salvaje de la especie.


Los cementerios de mieles y libaciones perversas

Se licuan con sales insomnes

En cruces arrojadas de los latidos.


Vaciamientos de perros melancólicos

Ahuyentan la orda migratoria de luces violadas

En turbios catalejos.


El ángel de los cóncavos descensos

Danza en la mueca de estériles vejaciones.


¿Qué cielo arderá en el estómago del último murciélago

dueño de la mudez

y la metálica respiración de los caminos?


VISIONES MAL PARIDAS

En marsupiales bolsones

Yo te fui cargando lengua del infierno.

Incomparable tiempo el mío, que no sustenta

La pitanza escoliada de tu labraje.


Vientos de úteros malignos fueron arrodillándose

En las aberturas de las ausencias

Y en mis hombros aborrecías las canciones medievales

Acariciando las manos fabuladoras

Dueñas de los incendios y resagos de holocaustos.


Y yo seguía en mi gallardía

Sorbiendo los dulces terrones, en el albor

De la borrasca y el magro vino detenido.


Si una brusca dentellada pudo herir a tu pie de estrellas

Su dentadura emposada infectaba crines de selvas.


Y tus locos vituperios crecían como evangelios desnudos

Abrazados a la contienda de concupiscencias larvales.


Falaz bramido a la luna en címbalos de ceniza:

Alquimia de viejas pasiones, tu pupila de ojo reptante.


LETANÍAS MEDIÚMNICAS

Fomentar atrocidades a espalda de los conventos

Fomentar divinos momentos en metamórficas baladas

Canibalismo extasiado la nada y su movimiento

Devorar todo el silencio en las cornisas del tiempo.


Labrar blancas resurrecciones y cristos deshabitados

Sucumbir con las pasiones de vírgenes infectadas

Habitar la llamarada en fosas de relicarios

Pulir famélicas danzas en trapecios verticales.


Herir de sombras lo bello que nace de los rosales

La tenue luz que deshoja una grávida paloma

Los labios que aún convocan un beso desesperado

Lo calmo y lo deseado en los límites del sexo.


Tocar la extrema tardanza de un sol girando en la bruma

Soñar la mágica espuma de unas huellas amarillas

Ceñir desde la gramilla ruegos de níveas doncellas

Domeñar sobre la estrella el infierno de un lacayo.


De sesgo en sesgo asumir dos rostros horizontales

Perpetuar en los males a evas de medio pelo

Decantar todo el misterio de desnudas capitales

Para digerir en fandangos ambrosías terrenales.


En canastillas de lumbre irradiar la melodía

Y en suaves melancolías vomitar un aguacero

Para fundar el sendero de las piedras en el cielo

Y sucumbir al destierro de un cementerio en los ojos.


Debo calarme en las manos la sangre de mis despojos.


LÍMITES DEL NAUFRAGIO

Fluye la luz sobre el cortinado

Y sume las habitaciones

En el presagio de tormentas de piedras.


Arguyo que sangro veranos

Atardecidos de centauros y reyes olvidados.


Ay de mis cielos acartonados

Llenos de espantapájaros celestes.

Polisemancia de un lenguaje desdoblado

Hacia ceremonias de vítreas morbosidades.


Desnuda azalea de campanas ventrales

A sazón trepadas por el hombre arroximativo.


Carnal y abrasivo de terráqueas masturbaciones

La piel de una balada oxida erecciones de crisantemos.


En glándulas amatorias se engendra la caída

Del último ser descamado en círculos de soles muertos.


Ay de ti,

Canción desesperada de mis naufragios.


MUTACIONES PÚBLICAS

Los ventrílocuos de hojarasca

Curten su alma en muñecos de alabastro.

Sus lágrimas virginales tapian penas de rocío

En voces escamadas de heridas otoñales.


Velos acartonados y utilerías de fieltro

Sonríen en la mueca medular de huecos bermejos

Y el íncubo rechaza carmines en sordina

Para olvidar el himno que yace en el espejo.


Vanagloria de ancestros para sorber el tiempo

En la garganta erecta de la hiedra que crece.

A horcajadas merodean animales de incienso

Y sin embargo se espesan en caldos circulares.


Los ventrílocuos sueñan espermas de porcelana,

Linfáticas visiones clarean en los labios.

Turban al silabeo feminoide de sus voces

Conjuradas en armisticios de tules desbaratados.


El público aplaude el tatuaje de las risas

Cribado en lomos de azufre y ratones crepusculares.

El ventrílocuo supina muchedumbres demenciales

En una caja cerrada por manos de arcángeles ciegos.


La gloria sea para el muñeco y los ojos de amatista.


ENSAYO DE JUICIO FINAL

Descerebrada la angustia se columpia en los rincones.

Torva su ovulación; refracta concepciones sálmicas.


La coagulada ilusión trama su canción de cristales

Y en un recio entuerto de adioses besa su espalda de grava.


Moisés y sus diez tablas exudan cansancio y placenta

Mamando hombres pequeñitos que curten abanicos blancos.


Galanuras de cementerios y bisiestos desenfrenos

En la mala memoria de un vino sesteando un aguacero.


Chupadora de madres impuras, yerme de paz un enano

Y la soledad teje su labia eyaculación maculada.


Impropias bestias en sudarios y turbia imprecaciones,

Ahondadas tráqueas metálicas intoxicadas de herrumbres.


Onduladas de evanescencias teje su alma una paloma

Y el aire fluye en sus alas en purpurinas de mármol.


Extremismos de liminares vastedades ambulantes,

Ancorado en el beso del sueño libando crepúsculos vanos.


Mutaciones de sangre vertida en la costra descendente

Escupen truenos de anacondas grises, recias y curvadas,


Lázaros robóticos levantan sus espejuelos de fuego

Exhalando dioses totémicos incandescentes y ciegos.


Irrigaciones funestas enmohecidas en látigos

Fracturan flamígeras lluvias en ingrávidas inflexiones.


Aéreas masturbaciones de putas álgidas y azules

Inseminan la vieja ternura en el útero de los desvelos.


Almidonadas de calandrias; zátrapas de conventillos

Heresiarcas de crisálidas en fosos de soles antiguos.


Hundimientos de almas errantes en una comparsa blasfema,

Concéntricas evas danzando la perfidia de crisantemos.


Oblando máscaras de sal y chuza de hebras moradas

Se cachondea la virgen en relicarios de esperma.


Un prócer de lengua dorada lame el arca del diluvio

Y el eco de los naufragios funda su carie en el limo.


Cabeceando impávidas nalgas se regodea el escarnio

Y una sarna occipital boquea laberintos de sangre.


Dos pianos a contraluz suenan leves y anestesiados

Y la especie hiende su escorzo en un rascacielo humeante.



ÍNDICE

I.- OSCURO DÍA CARNAL : AMORES SON AMORES/ COMO LA BRISA/ LA LEVE CANCIÓN DE TU AUSENCIA/ MAR DE MIS TRISTEZAS/ VIAJERA/  AQUELLOS LOS DÍAS/ DESDE TU MUERTE/ EL ENTIERRO/ LAS CITAS/ INSTANTES/ PUNTUALMENTE TU OLVIDO/ DE SOMBRAS Y VELADORES/ (DES) ENCUENTROS/ EN LOS HUMEDALES SEDIENTO DE GRISES MEMORIAS/ POR EL CONO DE VIDRIO/ TROPISMOS/ LAS LENCERÍAS DE PARÍS/ LAS TETAS DE LA LUNA/ DESPUÉS DE LA PASIÓN/ DESPEDIDA

II. RAZA DE SOMBRAS AZULES : RAZA DE SOMBRAS AZULES/ VISIONES MAL PARIDAS / INTENSO Y AMARGO/  LOS GATOS CÉLIBES/ DEVANEOS / EL ETERNO RETORNO/ CRETA EN EL ALMA/ NUEVE MESES/ LA NADADORA DEL ANTICUARIO/ LETANÍAS MEDIÚMNICAS/ LÍMITES DEL NAUFRAGIO/ PARAÍSO A DESHORAS/ HONDAMENTE LOS INVIERNOS/ MUTACIONES PÚBLICAS/ LOS SISTEMAS ANGULARES/ ENSAYO DE JUICIO FINAL/ SODOMITA/ AMBROSÍAS VEJATORIAS/ JUEGOS RESPIRATORIOS/ PREHISTORIA MENTAL/ FINAL .

 






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