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MANUEL E.B. ARGÜELLO (+)

  ISLA DE FUEGO, 1986 - Poesías de MANUEL E.B. ARGÜELLO


ISLA DE FUEGO, 1986 - Poesías de MANUEL E.B. ARGÜELLO

ISLA DE FUEGO

Poesías de MANUEL E.B. ARGÜELLO

Colección Poesía, 48

© de esta edición Alcándara Editora

Edición al cuidado del autor y C.V.M.

Diseño gráfico: Miguel Ángel Fernández

Viñeta: Carlos Colombino . Tiraje: 750 ejemplares

Se acabó de imprimir el 18 de noviembre de 1986

en los talleres gráficos de Editora Litocolor

Asunción del Paraguay (89 páginas)

 

 

Si muero aquí,

en tierra extraña,

si muero

en una tierra que no es la mía,

el trueno,

el rodante trueno,

me llevará a mi hogar.

Si muero aquí, el viento,

el viento que corre en la pradera,

el viento me llevará a mi hogar.

 

El viento y el trueno

son iguales en todas partes.

¿Qué importa, pues, si muero aquí,

en una tierra extraña?

poema de un indio Ojibway

 

 

 

 

ALZO AL VIENTO

 

CRECER RELÁMPAGO

 

Yo quisiera morir cuando ya tenga

mi sangre en otras sangres derramada

y ya en mi corazón sea semilla

que florezca su flor en otra rama

JOSÉ LUIS HIDALGO

 

Alzo al viento

esta lava, este fuego

que muerde mis carnes,

este bramido

de raíces ancestrales,

este fragor de, arisca voz rebelada.

 

Arrojo a las calles

marcadas por el odio

mi hiel,

mi ira encabritada,

el potro de mi sangre,

mi savia a borbotones,

mi madera tajada

en vivas cruces.

 

Gritaré.

que la luz, que la alborada,

que la hora cierta

de arder los viejos cepos,

de estallar en huracán de fuego

tanta mordaza,

tanta hojarasca,

la hora de crecer relámpago

es ésta,

la que arde en nuestros puños,

la que nace

al nacer el día.

 

ROMPIENDO AMARRAS

 

Siempre he dicho -y diré- que existe

un linaje de dioses en el cielo,

pero no creo que se preocupen

de lo que hace el linaje humano

ENNIO

 

Me voy.

Rompiendo mis amarras

al viento de la tarde,

alzo el vuelo

huyendo de este territorio

del fuego,

del grito,

del sueño triturado.

No quiero ver

la rosa herida en su tallo

ni el amor acuchillado

a la vera

de las caricias,

a la vera

de las bocas unidas por un beso.

 

No quiero oír

la terca letanía

de duros cerrojos,

de nudos que no acaban

de atar nuestros pasos,

de cercar taciturnos

la ternura,

la amistad,

traídas de antiguo.

 

No quiero ver

el verdor socavado del sueño

tallado en lapacho,

la flor en llamas

de estas calles,

de estos patios

y aquellos balcones azorados

de ver secas guitarras gemir

la ausencia de unas manos.

 

Me voy.

Dejaré viejos papeles,

negros puñales,

sucias casas de carnes arrugadas,

de sangre herrumbrada

en cuencos de madera transida.

Me voy

al albur,

a navegar

presentidas riberas,

donde el pan sea pan,

y el amor un beso,

un destello de pájaros,

una brisa, una serenata,

una lluvia votiva de luceros.

 

RETORNO

 

Prefirieron morir en sus puestos

a volver sin honor junto

a sus compatriotas

NEVIO

 

Mi patria

es una larga memoria,

una geografía de latidos,

un horizonte,

una raíz de carnal atadura.

 

Mi patria -¿cuál de ellas?-,

¿la que llevo en mi sangre como un viento de aromas?

¿O esa oscura bandera gastada,

esa tierra consumida de soles sin orillas,

de ira,

de mujeres sin espigas,

sin brisa,

sin sangre nueva?

 

Quiere mi patria que yo vuelva

a combatir la guerra que me espera,

la guerra que de antiguo este pueblo

de voces retenidas clama,

la guerra que la libertad susurra,

la guerra de palabras engrilladas,

la guerra que libere este desolado territorio

de cerrojo y silencio.

 

Hoy volveré a mi patria.

Su sangre estremecida irá conmigo.

 

 

ARCANOS LATIDOS

 

LA PARTIDA

 

La Esperanza es la única diosa

que habita entre humanos,

las demás se marcharon,

dejándola atrás, al Olimpo

TEOGNIS DE MEGARA

 

Una partida es un adiós,

un modo de dejar

las cosas en el olvido,

borrando nuestras huellas,

o levantar el vuelo,

a veces solitario,

o reencontrarse

renovado,

con nuevos sueños

o esperanzas

que el tiempo

madura o descompone

en duros,

en yertos,

impasibles desengaños.

 

Partir,

atrapar horizontes,

cielos lejanos,

mirar

con ojos extraños

la vida, el amor,

tal vez creer

que la distancia

es un sueño,

un modo de tener

la alegría,

la risa que no cambia,

el calor,

el dulzor

de la palabra amiga.

 

Partir,

trocar las horas

que uno deja,

que uno cambia,

por nuevas voces,

por rostros,

por promesas,

por arcanos latidos,

por paisajes,

por balbuceos,

por una impávida esperanza

de hallar una flor,

un amor,

una fuga,

un negado olvido.

 

EL TIEMPO DE ESPERAR

El tiempo de esperar

es suspender el desengaño,

es perdurar en la palabra,

es repetir el raudal de luz,

el azul, el fulgor del día.

 

Esperar,

anclar a la vera

de un barco viajero,

será siempre un sueño,

un modo de aguardar

alguna aurora,

una abierta ventana,

una inquieta hora

en que el recuerdo

recobre su tránsito,

su sentido.

 

Esperar,

recordar:

algunos van

y otros vienen

y de este fluir,

se nos queda

un adiós

o un retorno,

 pocas cosas

verdaderas.

 

CAMINAR

 

Caminar, desatar los pies

y en ruda osadía mellar

la oscura piel del fango.

 

Caminar, trazar estelas,

arar en vano y en olvido morir

a la vera del camino.

 

 

ISLA DE FUEGO

 

ASIR EL INFINITO

 

Sé que te amo y que me amas

y eso es todo.

Pero hay una mano o mil manos,

hay una palabra o un enjambre

que cercan, rabiosos, nuestros pasos.

¿Qué mitología arcana,

qué negro rayo del mal

conturbó nuestras miradas?

 

Sé que me amas y que te amo,

y esto es amor y es entrega,

es ser saeta,

es irse en vuelo,

es asir el infinito.

 

DILE AL VIENTO

 

Es fama, Helena, que la amarga ruina

a Príamo y a sus hijos les sobrevino

por tu culpa y Zeus arrasó con fuego

la sacra Troya.

ALCEO DE MITILENE

 

Cállate si quieres

y esconde el rostro

en cada encuentro.

Y si es por el amor

primero que tuvimos,

enardécete,

reniega de él,

hazlo trizas,

échale sal

y en curuvicas

arrójalo al viento.

Deja vacíos tu corazón,

tus manos, tus labios.

 Maldíceme.,

delátame si quieres.

 

Dile al viento

que he besado tu boca,

que traje en mis manos

la tersa moldura de tu rostro;

que abrí tu corazón

con antiguas caricias

y que por mi terrible,

mi encendida culpa

ya no eres la misma;

que tu sangre ya no susurra,

sino grita y se encrespa

y tal vez tu vida

ya no tenga alcor,

ya no sepa otra huella,

sino el camino que en ti

de a poco fui tallando.

 

Y si el viento te pregunta

si me has amado,

dile que no, que nunca,

que todo fue aire,

batir de alas,

sin alcanzar el vuelo.

 

MADURO TRIGO

 

Has vuelto, y te deseo,

y no te esperaba,

y vuelves por tu propia voluntad

CÁTULO

 

Tu risa,

tu geografía de niña

estalla en presentido ardor.

Tu carne núbil,

tus colinas,

tus muslos,

leño primero,

lumbre que entregas,

sin forcejeo,

puertas abiertas,

vértigo oscuro,

isla de fuego.

 

SÓLO UN LLANTO

 

Sé que me odias

-pájaro negro-,

sé, que quieres arrugar

mi memoria

y decir que fueron juegos

la marca de tus labios,

tu ardor repetido.

 

Aquí junto a los altos ventanales,

a la hora de la luz quieta y sola,

sé que volverás,

olvidando tu ausencia,

la mínima verdad,

el inválido amor que nos une.

 

Sé que volverás

-cuesta volver-,

altiva y dulce, a decirme

que nada ha pasado,

que fue tan sólo

un vértigo,

un llanto,

un minuto de mujer.

 

 

VESPERTINA VOZ

 

FUE ASÍ

 

Esto fue así, ¿recuerdas?

Una mañana deshojándose, fugaz

en la pradera de amapolas,

un encuentro al azar,

casi furtivo.

 

Esto fue así, ¿recuerdas?

Una mirada. Un ruiseñor,

aleteando, movió tus manos

y lo dijiste todo.

 

Esto fue así, ¿recuerdas?

Yo te miré. Lo presentía.

Amar -ahora lo sabes-

es un puro manantial,

un repentino borbotón

de aguas encontradas.

 

NOSTALGIA

 

Se deja de querer, y no se sabe

por qué se deja de querer.

Es como abrirla mano y encontrarla vacía,

y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue

JOSÉ ÁNGEL BUESA

 

No sé por qué, pero esta nostalgia

que me transita, que me desvela,

será algún recuerdo, una melancolía,

alguna saudade de añoranza marchitada.

O será, tal vez, una abierta alegría,

una tristeza exhalada a la ventura,

un adiós, una mirada, un pétalo

cayendo al acaso, solitario.

 

PENUMBRAS

 

Trasegar penumbras

es verter la luz

inquieta de la tarde,

la vespertina voz del día.

Trasegar penumbras

es escanciar la pátina

de oscuras arboledas,

 es arrullar nostalgias,

es derramar la soledad,

el cansado fulgor tardío.

 

CAÍDAS BRISAS

 

A la vera del pinar, por la tarde arrebolada,

al desnudo cosquilleo del vértigo de caídas brisas,

hemos caminado por atajos, por mágicos senderos.

 

La errabunda hora susurró tu nombre

y un acorde. de lejanos violines,

como un ángelus de rosas vespertinas,

ató nuestros pasos con altiva armonía.

 

ESTA TARDE

En el contorno grácil

de esta tarde, amor,

evoco tu nombre,

tu sal,

la renovada luz

de tu mirar.

 

 

ESTÁ EN TI

 

AMÉN

 

En este setiembre

de flores desatadas

quiero volver

al viejo templo,

a la alta torre,

y a tañer solitario

aquella antigua,

ritual campana,

y a oírte de nuevo

responder al Credo

¡Amén, amén, Señor,

que yo lo amo!

 

FRONTERAS

 

Debo cruzar fronteras

para alcanzar tus besos,

tu ardor anticipado.

¿Cuántas ya he cruzado?

Qué importa hacer de ellas

andrajos, banderas

de la falsía.

 

Fronteras, ¿y qué?

Alzar una mano o mil mordazas

para tapiar nuestros labios,

pero tú y yo, ¡claro que lo sabes!

ya hemos labrado un código,

ademán de nuestros corazones,

léxico de voces infinitas.

 

Fronteras, vano intento

de apagar nuestras miradas,

ingenuo, torpe ulular

que esta mañana o esta tarde

serán otros tantos

astillados jirones.

 

Fronteras, ¿y para qué?

¿cuál de ellas cercó una mirada,

cuál apagó un beso

o agostó una sangre enamorada?

 

¿Fronteras entre tú y yo?

¿Qué serán? Puro aire,

humo negro, hipocresía.

 

¡Fronteras entre tú y yo!

Si tú y yo ya somos uno,

¿habrán acaso fronteras?

 

TU DESNUDA ESPERA

 

En tu calle sin salida

no me canso de esperar,

por verte pasar, mi vida,

¡amor! por verte pasar

RAFAEL DE LEÓN

 

El tiempo,

irremediablemente,

en ti se escuda

echando a volar

el intacto ardor, el oro

repujado de tu piel.

 

Contorno,

territorio prometido del amor,

tu blanca greda horneada

ya aguarda, y lo sabes,

tu minuto,

tu tiempo de cosecha.

 

Aguarda

el presentido ardor,

el fulgor natural

de tu sangre de mujer.

 

Sé que me aguardas

desde el tiempo del capullo.

Y sabes que iré,

iré con el seguro filo de mis manos

a soltarte de la dura raíz,

de la germinal atadura,

y a llevarte, paloma arrebolada,

a un nido de briznas,

a la troje presentida.

 

Una marea de pájaros rebullirá

entonces,

acallando tu desnuda espera.

 

TROVADOR

 

Me llamas tu poeta,

tu trovador,

señor de este territorio

sin límites,

de esta brisa sin orillas.

Poeta, ¿yo?

Sólo el verso existe,

y su fuente,

su estallido,

está en ti,

en tu germinal latido.

 

INGENUA VOZ

 

Hay un canto,

un último suspiro abrazado

a la luz del día,

a la brisa,

a la ingenua voz

de tu sangre enamorada.

 

ROMPE EL AIRE

 

Grita tu amor,

rompe el aire,

pero no acalles

tu ardor primero,

tu clamor desatado,

tu suelto forcejeo

por ser dueña

de un beso,

de una mano,

de un corazón

que estalla en fuego.

 

 

SENDEROS

 

DESTINO

 

Siéntate y espera a que me veas,

conduciendo mi carro, volver a casa

LIVIO ANDRÓNICO

 

En esta maraña

de triste llanto,

en este enjambre

de clamores,

de repetidos gritos,

en este retorcerse de los días

por un camino sin revés,

por un destino,

yo transito

sonámbulo,

aturdido,

entre mudos,

terribles dioses ancestrales.

 

Buscar un destino

es entrever

un obstinado faro.

 

FLUIR

 

Es bastante que el alba traiga

esta fragancia, estas bordonas,

estos susurros,

estas ráfagas encendidas,

 para decirto esto:

que el vértigo quemante

es apenas un sueño de guitarras,

una lágrima, una rosa,

fluyendo de tu sangre.

 

QUILLA

 

Una quilla deja una estela,

un surco pasajero.

Así tu amor, tus besos:

una quilla sin timón,

sin viento, a la deriva.

 

VIVIR

 

Este es mi modo de vivir:

batir sueltas aguas,

palpar errantes horas,

mirar áridos aires,

iterar la encendida

angustia de permanecer igual

en todo tiempo.

 

 

SONETOS

 

ANDENES

 

Este es mi andén, de aquí parten mis trenes,

los carriles de mis sueños y en tropel

los recuerdos, altos vuelos, vaivenes,

aprisionan su ayer, áspero joyel.

 

Y cuesta volver, altaneros sones,

raíz viva, madera y lumbre y dosel

de un amor de callados mojones,

anclarse y ser pan y lumbre para él.

 

Partir y retornar vertiginoso,

fuga del tiempo, premura, júbilo

de ver que nada cambia sigiloso.

 

Y que volver, pájaro quejumbroso,

es transitar paisajes, un súbito

llanto, mirar andenes, tembloroso.

 

OLVIDOS

 

Olvidar, deshacer antiguas voces,

balbucear, fluir de nombres y de rostros

atados a oscuros recuerdos, ya oses

atizar rescoldos o paisajes hoscos.

 

Marea, tropel, ahuyentados, veloces

enjambres, sombras desgajadas, toscos

menhires del hueco fluir, vanos trojes

que el tiempo deshizo en tiras, en trozos.

 

La mirada es a veces un recuerdo,

una forma de mentir, un olvido,

dolor espeso el prometido acuerdo

 

de fingir retornos, de hurgar un huerto,

un páramo, sabiendo que el olvido

es quedar mustio y decir todo ha muerto.

 

PAISAJE

 

Un pinar, un viejo puente perdido,

tosco camino presentido, sólo

un cielo despoblado, un vacío polo

tengo. Ya lo sé, paisaje no ha sido

 

esa blanca llanura. Viento, nido

mustio, cenagal, rastros, de algún modo

son huellas, ruedas asidas al lodo,

restallar de gritos, afán perdido.

 

Habré de mirar secos territorios,

zarzales, yermos, trepar promontorios

y alcanzar el agua, la flor, la sombra.

 

Colores de cercanos abalorios

ciñendo grutas, no hacen irrisorios

un paisaje ni un aroma que te nombra.

 

VOLVER LOS PASOS

 

Los supremos pájaros de mis versos

llenan mis trojes de azorado vuelo,

yerbajos, plumas, tan sólo consuelo

de nidos, albergues suaves y tersos

 

que guardarán los meses, los días nuevos

para gestar, renacido esfuerzo

por decir pan al pan, al aire un verso,

tiempo de voces, añejos revuelos.

 

Ya sé, nada está dado y en este solar

es pecado nombrar un amor, volver

los pasos, saciar un mudo y antiguo orar.

 

Ser poeta es amar y es áspero callar

el primer fuego, tratar de resolver

la ecuación, un modo triste de mirar.

 

 

QUIERO

 

I

Quiero esta mañana

un coloquio de pájaros,

un revuelo de faldas,

un beso inesperado,

algo que me enseñe a crecer,

a ser de nuevo

un hombre.

 

II

Quiero volver a la esquina de los gritos,

a la esquina de las lejanas travesuras.

Respirar su aire antiguo, su perfume de azahar

y que un tranvía rechinante de memorias cruce las vías

rumbo al Puerto, Villa Morra o Belvedere.

 

III

Quiero rescatar del rincón,

de la herrumbre,

aquel banco, ¿recuerdas?,

de elemental carpintería.

 

Quiero acariciar de nuevo

tu nombre y el mío,

grabados con tiza de colores,

¿recuerdas?,

para hurtar del olvido

nuestra promesa

de niños azorados.

 

IV

Quiero volver pisando aromas

a esa antigua tarde.,

a ese amor primero.

Quiero rescatar

de la oscura memoria

aquel lejano,

nostálgico repique de campanas,

y aquel incienso,

aquella misa que no fue rezo,

sino plegaria inicial de nuestros sueños.

 

V

Es lo que quiero:

una niña saliendo del mar,

por Venus tejida y por Cupido,

pétalo de espuma, risueña sal:

que. el oleaje en encabritado adiós

haga un dosel hasta la playa.

 

 

COLORES

 

ROJO

 

"Tuyo soy hasta la rosa,

hasta agotar

esta premura de mujer".

 

Después...

se acabó tu asombro,

tu llama arrebatada,

y te fuiste,

ya cenizas,

huyendo

al desvaído ocaso.

 

VERDE

 

Cambié los nombres de las cosas,

troqué la geografía del mundo

y volví a escribir de nuevo la historia.

¡Todo fue fácil, puro juego!

Pero al llegar a ti, me miraste:

estaba mudo.

 

AMARILLO

 

¡Oh, Señor! ¿Por qué esta alegría?

¿Por qué ella

toma mis manos y la trueca en pájaros?.

Señor, yo tengo miedo. ¿Qué haré si ella,

agitando el aire, enciende mi corazón?

 

NARANJA

 

Ser poeta es domeñar el mar,

acariciar su rauda marejada.

Pero amarte a ti

es encender un fuego

y en votiva antorcha,

alumbrar el camino.

 

VIOLETA

 

¿Qué miras cuando miras

la disuelta luz?

¿O es que piensas irte

con el último fulgor?

 

ROSA

 

Me preguntaste, con lejana voz,

dónde va el amor cuando se va.

Tal vez... no sé. Tal vez se vaya

 donde vayas tú.

 

OCRE

 

Siempre tengo ganas

de hender el mundo en dos,

y ante el temor

de que vayas al otro,

bajo las manos

y suspiro.

 

AZUL TURQUÍ

 

Señales,

reconditeces,

arcanos signos,

esencial liturgia

es el fluir de la poesía.

 

VERDEOLIVA

 

Una plegaria es un rocío,

una pregunta.

¿Volverás a caminar tus pisadas

y, ya en paz conmigo,

serán de nuevo mis manos

tu morada?

 

AZUL ACERO

 

Ya no sé qué decirte.

¿Por qué te callas?

¿Qué, conjura arrugó tu risa?

¿Qué dura mano martirizó tu voz?

¿Qué oscuro dios, jugando al Génesis,

modeló tu geometría de metal?

 

 

VILLANCICOS

 

I

En esta navidad de pastores,

 de estrella

y sueños renovados,

de pesebre de hojas,

chipas y flores,

de esperanzas arrimadas

a la Virgen

y a José, carpintero,

encendamos nuestras lumbres

de quimeras ancestrales.

 

II

No basta

ser un pastor de ángeles,

de rosados niños,

de corderos.

Debemos ser pastores

de los niños de oscuras voces,

de carnes azotadas,

de hambre repetida,

de cenizas,

de vértigos,

de socavadas voces.

 

III

Al filo de las doce,

al clamor de blancos gallos,

vendrá el maná,

pan del alma.

Y el relente,

fresco incienso,

traerá el antiguo

aire azul.

 

 

 

INDICE

ALZO AL VIENTO : Crecer relámpago, Rompiendo amarras, Retorno,

ARCANOS LATIDOS : La partida, El tiempo de esperar, Caminar,

ISLA DE FUEGO : Asir el infinito, Dile al viento, Maduro trigo, Sólo un llanto,

VESPERTINA VOZ : Fue así, Nostalgia, Penumbras,Caídas brisas, Esta tarde,

ESTÁ EN TI : Amén, Fronteras, Tu desnuda espera, Trovador, Ingenua voz, 51 Rompe el aire,

SENDEROS : Destino, Fluir, Quilla, Vivir,

SONETOS : Andenes, Olvidos, Paisaje, Volver los pasos,

QUIERO : I, II, III, IV, V,

COLORES : Rojo, Verde, Amarillo, Naranja, Violeta, Rosa, Ocre,

Azul turquí, Verdeoliva, Azul acero,

VILLANCICOS : I, II, III.

 

 

 

 

 

 

 

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