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REVISTA URUTAÚ ELECTRÓNICO

  URUTAÚ ELECTRÓNICO - NÚMERO 07 - AÑO 7 - JULIO 2009


URUTAÚ ELECTRÓNICO - NÚMERO 07 - AÑO 7 - JULIO 2009

URUTAÚ ELECTRÓNICO

Revista


AÑO 7

NÚMERO 07

JULIO 2009

ASOCIACIÓN GUYRA PARAGUAY

 

 

 

Foto de tapa: Anhima cornuta, Selene Ediger.

Diagramación y diseño: Andrea Ferreira.

Revisión de textos: Lourdes Aquino, Alberto Yanosky,

Silvia Centrón.

Recopilación de textos: Lourdes Aquino.

Redacción:

Especie del mes: Silvia Centrón

Observaciones Ornitológicas: Hugo del Castillo, Arne

Lesterhuis, Rob Clay y Andrea Ferreira

Aves del nido: Rob Clay

Notas de Interes: Lourdes Aquino, Silvia Centrón

Birding Sustentable: Alistair Kerlin

GLC: Elizabeth Cabrera

Mapas: Hugo Cabral y Edgar Rojas.




ESPECIE DEL MES

 

AÑUMA (ANHIMA CORNUTA)

Por SILVIA CENTRÓN


El añuma, tapakâre o chajá real (Anhima cornuta) es un Anseriforme de una familia exclusiva de Sudamérica, Anhimidae, al igual que el famoso chahâ o chajá común (Chauna torquata). En el mundo existen tres especies en total dentro de esta familia, la tercera especie es el chajá chicagüire (Chauna chavaria), pero esta última no habita en el Paraguay, se distribuye desde el Norte de Colombia al Noroeste de Venezuela. Las dos especies que se encuentran en el Paraguay poseen una amplia distribución en Sudamérica. La más común de las dos especies que se observan en el país es el chajá común, a esta especie se la puede encontrar en casi todos los humedales de grandes extensiones del país; sin embargo, se conoce con seguridad que el chajá real habita en un solo sitio del país.

Entre las tres especies dentro de esta familia, el chajá común y el chajá chicagüire son mucho más parecidos en apariencia, a diferencia del chajá real que posee un increíble “cuerno” que sobresale.

El chajá real se distribuye ampliamente por Colombia, Venezuela, Brasil, Ecuador, Perú, las Guyanas y Bolivia. En Paraguay son pocos los individuos registrados hasta hoy día y se estima que habitan unos 4 individuos en los bordes del río Paraná en el Refugio Biológico Binacional Mbaracayú y generalmente suelen observarlos los encargados del monitoreo del refugio. Su presencia varía mucho de acuerdo al estado del nivel del agua, si el área donde se los suele observar se seca, esta especie busca otro lugar para habitar.

El chajá real es un ave acuática, habita en humedales, se caracteriza por un predominante “cuerno” frontal bastante largo, este cuerno suele romperse. Los juveniles también cuentan con un “cuerno” pero más corto que el de los adultos, y revisando algunos estudios realizados pudimos encontrar algunas variaciones de la forma del “cuerno” en el ave. Esta característica tan peculiar del ave (el “cuerno”) está formado por un cartílago. Al igual que el chajá común, posee unos espolones, que vienen a ser como unas “púas” en las alas, y éstas generalmente se encuentran escondidas.

Mide 80 cm de altura y dos metros de envergadura, posee gritos nasales y guturales. Se destaca por su alimentación herbívora. La época de reproducción se extiende durante la primavera y el verano austral, y ponen sus huevos en noviembre/diciembre en número de 2 a 7 y usualmente de 3 a 5; el tiempo de incubación es de 40 a 47 días.

Su estado de conservación a nivel global es de Preocupación Menor (LC); sin embargo, a nivel nacional se encuentra Críticamente Amenazado (CR) por la tan pequeña población que existe en el país. Aún existen pocos estudios relacionados a esta especie, por lo tanto la información a nivel nacional es muy escasa.


Fuente de Información:

del Hoyo, J. Elliot, A. &Sargatal, J. eds. Handbook of the Birds of the World. Volúmen I. LynksEdicions. Barcelona

Guyra Paraguay. 2005. Atlas de las Aves del Paraguay

Naranjo L. G. 1986. Aspect of the Biology of the Horned Screamer in Southwestern Colombia.Wilson Bull., 98(2), 1986, pp. 243-256

Narosky, T., & Zurieta, D. 2006. Aves de Paraguay: Guía para la identificación de las aves de Paraguay. – 1ra ed. – Buenos Aires: Vazquez Mazzini Editores, 240 p.



OBSERVACIONES ORNITOLÓGICAS

VISITA A LOS ESTEROS

En el kilómetro 100 de Arroyos y Esteros se observaron cinco individuos del yetapá de collar (Alectrurus risora), tres machos y dos hembras, y en la última visita del sábado 21 de junio con Roger Wilson de World Land Trust, volvimos a encontrar un individuo de la misma especie como así también las especies habituales del lugar, cuatro hermosos federales (Amblyramphus holosericeus), una pareja de lavandera (Arurindinicola leucocephala), varios cachilo canela (Donacospiza albifrons) y entre su típico hábitat de pajonales encontramos varios angúes (Donacobius atricapillus). Lo más resaltante que se puede mencionar de estas visitas es que con las últimas lluvias el estero se llenó de agua y de aves acuáticas, al atardecer se veían pasar bandadas de cuervillos de ambas especies y garzas en cantidades. Centenares de golondrinas nos despidieron con el atardecer.

ITABÓ

En la estancia Itabó, el bambú sigue en floración y el suelo está cubierto de semillas, se podía escuchar y ver una variedad de loros y cotorras pero ninguna de las especies amenazadas ni dependientes del bambú.

Un registro curioso es el de un juvenil de aguilucho alas largas (Buteo albicaudatus) de la raza hypospodius, y en una visita anterior, la monjita velada (Xolmis velata), especie conocida sólo en el Cerrado en Paraguay (aunque no es endémica del cerrado y en el resto de su rango de distribución ocupa terrenos intervenidos) estaba en la pastura de la estancia, siendo éste primer registro para la región Alto Paraná.

Hugo del Castillo.


BAHÍA DE ASUNCIÓN

No debe ser más necesario decir que uno de los mejores lugares cercanos a Asunción (o dentro de Asunción) para ir a observar aves es la Bahía de Asunción.

Con su alta diversidad de aves (más de 250 especies), la Bahía es un sitio que nunca deja de sorprender, particularmente porque es un sitio clave en la ruta migratoria para aves del norte (aves migratorias boreales), pero también del sur (migratorias australes) y esto resulta en abundantes observaciones de interés y un notable cambio temporal de la avifauna que se puede observar.

Durante el mes junio se visitó la Bahía de Asunción en tres ocasiones. La primera, el 12 de junio, fue realizada por Rob Clay, Silvia Centrón y Arne Lesterhuis y se observó un total de 80 especies. Entre las observaciones realizadas se destacan la presencia de varias especies de aves migratorias australes como el espartillero enano (Spartanoica maluroides), una especie

Casi Amenazada y con pocos registros para el país.

Sin embargo, actualmente la especie resulta ser más común que anteriormente. Durante la salida se observó un total de nueve individuos, dispersado en un pajonal inundado. La especie compartía el mismo hábitat con otra especie migratoria austral, el junquero (Phleocryptes melanops), del mismo se observaron siete individuos. En la playa de la Bahía se observaron tres individuos del sobrepuesto (Lessonia rufa), otra especie migratoria austral bastante rara en el país, de las cuales por lo menos dos, eran hembras. Del pato cuchara (Anas platalea), que también es visitante del sur, se observaron unos 20 individuos, mezclados con 22 patos gargantilla (Anas bahamensis). Es importante mencionar que se observan especies migratorias australes con mayor frecuencia en la Bahía, como el canastero coludo (Asthenes pyrrholeuca), del cual se observaron 12 individuos, el doradito corona castaña (Pseudocolopteryx flaviventris) con tres individuos, el piojito trinador (Serpophaga griceiceps) con dos individuos, y una calandria real (Mimus triurus). En referencia a las aves migratorias neárticas, que deberían estar en América Norte, se observó un pitotoi grande (Tringa melanoleuca) y un pitotoi chico (Tringa flavipes).

De todas las especies observadas, dos se consideran como nueva para la Bahía de Asunción. Se observaron dos individuos del tucán grande (Ramphastos toco) volando desde el Bajo Chaco hacia el centro de Asunción y se observó una palomita escamada (Scardafella squammata). El tucán estaba registrado como hipotético para la Bahía de Asunción, según la base de datos de Guyra Paraguay, la palomita ya tiene varios registros dentro la zona metropolitana, pero no así para la Bahía. Sin embargo, el ornitólogo Alberto Esquivel mencionó que la había escuchado una vez en el 2002-2003.

La segunda salida fue realizada el 21 de junio, por Rob Clay y Paul Smith, que observaron un total de 65 especies. De las especies migratorias australes se observaron nuevamente el espartillero enano (3 individuos), el sobrepuesto (2 individuos, de los cuales uno era inmaduro), 20 patos cuchara y 3 canasteros coludo. Un registro muy interesante fue la observación de un monjita coronada (Xolmis coronatus), una especie migratoria poco común en Paraguay y sólo una vez antes registrada en la Bahía de Asunción. De las especies migratorias neárticas se observó el pitotoi chico (2 individuos) y un playerito zancudo (Calidris himantopus).

El 27 de junio Rob Clay y Arne Lesterhuis realizaron la tercera visita, observando un total de 84 especies.

Las especies de interés incluye un individuo del remolinera (Cinclodes fuscus), una especie migratoria austral con pocas registros en el Paraguay, pero registrado en la bahía anteriormente. Otras especies de migratorias australes no observadas durante las otras visitas en Junio son el tachuri canela (Polystictus pectoralis), especie

Casi Amenazada de la cual se observó una hembra, y un individuo del suiriri amarillo (Satrapa icterophrys).

Se observaron 18 individuos del canastero coludo y la monjita coronada estaba presente todavía.

El total de especies observadas en la Bahía de Asunción en el mes de junio es de 108. Con los dos registros de especies nuevas, el total de especies para la Bahía de Asunción es de 269, cubriendo un total de 51 familias y representando más de una tercera parte de la avifauna del Paraguay (710).

Arne Lesterhuis.


SOBREVUELO POR EL CHACO

Un sobrevuelo por gran parte del Norte del Chaco el 10 de junio, permitió un conteo de flamencos (Phoenicopterus chilensis) en la zona de las lagunas del Chaco Central. En una serie de pequeñas lagunas al este de las colonias menonitas, se registró un total de 85 flamencos y se pudo observar de lejos una gran concentración de aves zancudas en la laguna Yaguarete Porâ (unas 800 aves), pero no nos acercamos lo suficiente para poder identificarlas.

Las lagunas del Riacho Yacaré Sur resultaron casi completamente secas, la única zona con un espejo importante de agua es Campo María (ni Laguna Salada/ Chaco Lodge tenía agua). En total se contabilizaron 623 flamencos y 120 cisnes coscoroba (Coscoroba coscoroba) en las lagunas del riacho, los coscoroba y 450 de los flamencos estaban en los cuerpos de agua en Campo María. Con la sequía en el Chaco Central, es probable que muchos flamencos y otras aves acuáticas se hayan dispersado a zonas más húmedas hacia el río Paraguay.

Rob Clay.


AVES DEL NIDO DE GUYRA

El mes de junio comenzó con una nueva especie para el nido, un macho de naranjero o akâ chovy (Thraupis bonariensis) que pasó brevemente por los árboles de la oficina el 2 de junio. El estado de la especie en Paraguay es poco claro.

Parece ser principalmente un migrante austral al Chaco (donde, por ejemplo es común verlos a lo largo de la ruta 12 en el invierno). No obstante, la especie ha sido registrada en Encarnación durante todo el año (Paul Smith pers. comm.).

Dado la regularidad con la cual se registra la especie en el Bajo Chaco, es sorprendente la escasez de registros en Asunción. Es la tercera vez que el observador ha avistado esta especie en la ciudad. El 17 de junio se agregó otra especie a la lista del nido, un mbyju’i michi (Pygochelidon cyanoleuca) de la raza migratoria austral (cyanoleuca), la cual tiene el oscuro más restringido debajo de su cola (que la forma residente en

Paraguay). En la zona de Asunción la especie parece ser sólo un migrante, en contraste con lo que ocurre en Ciudad del Este y Encarnación, donde hay poblaciones residentes (pers. obs., Paul Smith pers. comm.). Con estas dos especies nuevas, la lista de especies registradas en la oficina ha llegado a 90. Otros registros interesantes durante el mes fueron dos tero tero (Vanellus chilensis) que pasaron yendo hacía el Sur el 8 de junio, individuos vocales de pitanguá (Megarhynchus pitangua) el 11 y el 22 de junio, y un juan chiviro (Cyclarhis gujanensis) el 16 de junio. Esta última especie es sorprendentemente rara en el nido, sobretodo dado la abundancia de árboles en la zona (en comparición, se puede escuchar la especie casi diariamente en el centro, en una zona mucho menos arbolada).

Al igual que en mayo, junio fue marcado por la frecuente presencia de especies como el tacuarita azul (Polioptila dumicola), uno posando en las rejas de la ventana y el katatáu (Campylorhynchus turdinus), especies que apenas fueron registradas durante el verano. Y seguían apareciendo varios korochire (Turdus amaurochalinus), con al menos 10 individuos registrados, identificados por pequeñas diferencias en su plumaje y el color de sus picos (incluyendo uno con el maxilar roto). Dada la bajas temperaturas, comenzamos a proveer comida a las aves, atrayendo hasta 60 individuos a la vez, de distintas especies, incluyendo una bandada de tu’î karanda’y (Myiopsitta monachus), que bajó a comer pan del techo de la oficina. Pero un bebedero para los picaflores aún no ha atraído a ningún picaflor, sólo un grupo de sai hovy (Thraupis sayaca) que se han vuelto adictos al agua azucarada, vaciando el bebedero todos los días. Esperamos que los lapachos en flor durante julio ayuden a atraer picaflores a la oficina. Alberto, cuya oficina está en la esquina, frente a varios lapachos que están estallando en floración ya ha visto varios picaflores verdes (Chlorostilbon aureoventris), que luego de alimentarse suelen posarse frente a su balcón, permitiéndole observarlos detenidamente.

Rob Clay.


BIRDING SUSTENTABLE

EN ESTA OCASIÓN INVITA A CONOCER SAN RAFAEL

Ubicada en el Departamento de Itapúa, la Reserva Guyra Retã, administrada por Guyra Paraguay, es un paraíso para los aficionados de la observación de aves. Con fácil acceso desde la localidad Fram, es posible llegar desde Asunción en menos de mediodía y disfrutar de un lindo fin de semana en esta reserva tan importante para la conservación de la biodiversidad del Paraguay.

RESERVA GUYRA RETÃ

La Reserva Kanguery de Guyra Paraguay está ubicada dentro del Área de Reserva para Parque Nacional San Rafael, uno de los remanentes principales del Bosque Atlántico del Alto Paraná que aún existe en Paraguay.

La Estación “Kanguery”está situada encima de una colina con vista de los pastizales naturales y cuenta con senderos que entran en el bosque hasta los proyectos de restauración y reforestación de hábitat. Sin embargo, las estrellas de Kanguery son las aves. Una gran gama de perdices, semilleros, rapaces, cachirlas, tiránidos de pastizal, como el amenazado yetapá chico (Alectrurus tricolor) e ictéridos de pastizal como el amenazado tordo amarillo (Xanthopsar flavus). En el Bosque Atlántico, se pueden observar el amenazado carpintero cara canela (Dryocopus galeatus), el bailarín azúl (Chiroxiphia caudata), y el tangará alcalde (Euphonia pectoralis). A la noche mediante recorridos en vehículo con reflector se pueden ver algunos caprimúlgidos, el urutaú (Nyctibius griseus) y lechuzas.

En la Reserva Kanguery, aunque sólo una porción pequeña del Parque Nacional San Rafael, hay más de 400 especies de aves registradas, incluyendo la mayoría de las especies endémicas del BAAPA que se encuentran en el Paraguay, y un alto porcentaje de especies amenazadas – tanto bosques atlántico como pastizales.

Estación “Kanguery” La Estación Biológica “Kanguery” tiene dos habitaciones con literas disponibles para hasta ocho personas. Cuenta con un baño moderno con agua fría/caliente, generada por paneles solares, y el staff de la estación prepara las comidas para los visitantes. La instalación es nueva y está bien mantenida.

Está ubicada sobre una colina con excelente vista a los pasti zales naturales del área y hay senderos cerca de la estación.

Además hay abundante espacio para hacer campamento.

En síntesis, es una experiencia placentera, situada en el corazón de la reserva. Sin embargo, para los que prefieren algo menos rústico, hay hoteles sobre la ruta a Encarnación y Obligado.

Cabe mencionar que está concluyendo la construcción de una nueva casa al lado de la casa existente, con espacio para 12 personas más, ampliando la capacidad de las instalaciones.

GUYRA RETÃ – PARQUE NACIONAL SAN RAFAEL

San Rafael, como un todo, es el sitio más diverso en aves de Paraguay

con más de 400 especies registradas hasta el presente, entre ellas la mayoría de los endemismos al Bosque Atlántico que se encuentran en el país y un alto porcentaje de especies amenazadas de bosque y de pastizal.

Guyra Retã es una parte de San Rafael y en la reserva están registradas 400 especies. Se pueden ver aves de bosque y de pastizal; aves de pastizal como perdices, semilleros, rapaces, y cachirlas, tiránidos de pastizal como el amenazado yetapá chico (Alectrurus tricolor), ictéridos de pastizal como el amenazado tordo amarillo (Xanthopsar flavus).

En el momento apropiado se pueden encontrar bandadas de semilleros pasajeros que pueden contener especies amenazadas como el capuchino pecho blanco (Sporophila palustris) y el capuchino corona gris (Sporophila cinnamomea).

Residentes son la ratona aperdizada (Cistothorus platensis) y el yetapá grande (Gubernetes yetapa).


AVES DEL BOSQUE

Entre las aves de bosque se puede ver varias especies coloridas como cotorras, anambés, carpinteros, surucuaes, tucanes, bailarines, y fruteros. Una lista muy corta de las observaciones posibles incluiría:

•Carpintero cara canela – Dryocopus galeatus (una especie amenazada)

•Surucuá común – Trogon surrucura

•Surucuá amarillo – Trogon rufus

•Tucán grande – Ramphastos toco

•Bailarín azul – Chiroxiphia caudata

•Tangará alcalde – Euphonia pectoralis

•Yeruvá – Baryphthengus ruficapillus

A la noche mediante recorridos en vehículo y con reflector, se pueden ver algunos caprimúlgidos y el urutaú (Nyctibius griseus). Guyra Paraguay ha invertido desde el 2001 en darle alternativas a la destrucción de San Rafael, posee las únicas áreas declaradas para conservación a perpetuidad y el visitarlas sea quizás la mejor forma de ayudarnos a conservar este pedacito del Bosque Atlántico.

Alistair Kerlin.

Fotos Andrea Ferreira


NOTAS DE INTERES


MAINUMBY

RELATO DEL NACIMIENTO DEL AVE CONOCIDA EN MUCHOS PAÍSES

COMO EL “COLIBRÍ” O “PICAFLOR”.


Un atardecer, Tupá quedó sorprendido al ver que el sol ya se ocultaba en el horizonte.

- El día terminó y aún no acabé mi trabajo - murmuró contrariado. Había pensado que un sólo día sería suficiente para crear las aves del monte pero ya era casi de noche y todavía le faltaba hacer el mainumby, el colibrí.

Tupá sacudió la cabeza, tal vez se había entretenido demasiado coloreando las aves pero… ¡era tan lindo pintar!

Durante todo el día Añá, el diablo, estuvo escondido detrás de unos arbustos mirando cómo trabajaba Tupá. A él nunca se le ocurrió crear algo, sólo se entretenía tratando de destruir lo que el Dios hacía.

- Mañana bien temprano - dijo Tupá en voz alta

- haré a mainumby y por ser el último pájaro lo voy a dotar con una virtud especial. - Y se tendió sobre el pasto para descansar.

Añá al oírlo murmuró por lo bajo:

- Yo también crearé un animal y será el más lindo del monte, ¡ya verás!.

Aún no había salido el sol, cuando Tupá se levantó y caminó hasta la orilla de un arroyo, tomó un poco de barro y le dio forma mientras susurraba dulces palabras.

Añá lo imitó en todo pero por más que se esforzó, no pudo escuchar lo que Tupá murmuraba, entonces dijo:

- Yo te voy a crear igual y serás más hermoso que todos los animales que hizo Tupá.

Cuando el sol asomó su cara sonriente sobre el monte, Tupá abrió sus manos y dejó en libertad a mainumby, que podía volar y detenerse en el aire. El ave revoloteó probando sus alas y después se posó en su brazo; entonces Tupá tomó un pincel, le dio unos toques de color y lo dejó partir.

Añá quedó maravillado al ver a mainumby y salió corriendo para agarrarlo; tan apurado fue que tropezó y cayó de narices al suelo aplastando en su caída al animal que tenía en las manos.

Al escuchar el alboroto Tupá se acercó y vio al diablo en el suelo, mientras un animal de ojos saltones brincaba a su alrededor gritando:

“¡croa, croa, croa!”

Añá había creado al sapo pero ya no le importaba porque no sabía volar como mainumby.

- ¡Ya verás Tupá, mainumby será mío… mío! - gritó y salió corriendo en su busca.

Tupá sonrió; sabía que Añá era caprichoso y terco, sería inútil tratar de detenerlo…

- ¡Croa, croa croa! - repetía el sapo sin dejar de saltar. Tanto brincó que tropezó con la pintura verde y se salpicó todo.

Entonces Tupá, sin dejar de sonreír, tomó un pincel, le arregló las manchas y después dejó que se alejara.

Extraído del libro “Leyendas Americanas”, Sigmar.

Recopilado por Lourdes Aquino.

 

(Esperar unos segundos para descarga total en el espacio - Libro digital/ PDF)

 

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