URUTAÚ ELECTRÓNICO

Revista

AÑO 7

NÚMERO 11

NOVIEMBRE 2009

ASOCIACIÓN GUYRA PARAGUAY

Foto de tapa: Gallineta overa. Andrea Ferreira.

Diagramación y diseño: Andrea Ferreira.

Revisión de textos: Lourdes Aquino, Alberto Yanosky, José Luis Cartes.

Recopilación de textos: Lourdes Aquino.

Redacción:

Especie del mes: Andrea Ferreira.

Observaciones Ornitológicas: Arne Lesterhuis, Hugo del Castillo.

Aves del nido: Arne Lesterhuis.

Birding Sustentable: Alistair Kerlin

Notas de Interés: Raúl Palacios y Lourdes Aquino.

Grupos Locales: Mandi Horvat

ESPECIE DEL MES

PARDIRALLUS MACULATUS - GALLINETA OVERA

A mucha gente este nombre le parecerá familiar, ya que frecuentemente está “aterrizando” en nuestras casas, patios o ventanas (como leímos en números anteriores).

La gallineta overa (Pardirallus maculatus) es una especie perteneciente a la familia de los Rallidae; son generalmente aves acuáticas, que viven en distintos cuerpos de agua o sus cercanías, encontrándose en lagunas, esteros, bañados, ríos, tanto en lugares con abundante vegetación como en aguas abiertas.

Tienen las patas y dedos muy largos, cola muy corta, alas cortas y redondeadas. La cabeza es chica con el pico bien robusto, de 4,5 cm., de color claro verdoso, con una mancha basal roja. Su plumaje es un llamativo diseño “bataráz”, la cabeza y ventral negruzco estriado y barrado blanco, el dorso es pardo estriado y manchado de blanco y negro.

Se alimenta de invertebrados y pequeños vertebrados.

Esta especie de gallineta construye su nido en forma de tacita de 13 cm., la cual es confeccionada con material vegetal, colocada en la base de pajonales cercanos al agua.

La hembra puede llegar a poner hasta seis huevos, color blanco crema con manchitas ferruginosas.

La gallineta overa es sumamente esquiva y difícil de ver, por lo que es una especie poco conocida. Vive permanentemente oculta entre la vegetación muy tupida y sólo se la ve cuando es obligada a volar. A causa del cansancio por las sorpresivas tormentas o confundidas por las cegadoras luces de la ciudad, es que suelen sorprendernos escondidas en el patio de nuestras casas u oficinas y rara vez en la ventana de alguno.

En la base de datos de Guyra Paraguay encontramos registros de 1998, que se citan brevemente así: En 1998 Dani trae uno a casa que encontró en la calle, lo devolvemos en Surubi’î, 6/May/02 Lucía Bartrina en Fundación Moisés Bertoni, 25/May/02 traen uno a GP, RPC dice en San Lorenzo días antes. En 2006 Edgar Valdovinos tiene uno en jaula, lo fui a ver: lo soltó. El 26/may/08 RPC trae uno a la oficina que había tenido un encuentro con un perro pero ya estaba recuperado, lo soltamos en la bahía. 11/ nov/08 apareció uno muerto en la oficina nueva de Gaetano Martino. 18 agosto 2009 aparece en la ventana del baño Claudio Prieto. 25/set/09 uno caído en una oficina de Villa Morra fue traído a la oficina para ser soltado en la Bahía de Asunción.

Si por alguna razón encuentras uno caído, la mejor opción es asegurarse cuidadosamente de que no esté lastimado, ponerlo en una caja de cartón (con orificios para respirar) o una jaula y soltar al ave en algún humedal cercano.

Los sitios más recomendados para hacerlo son la Bahía de Asunción y Surubi’i. Puedes llamar al grupo de rescate de aves y reptiles Mymba Ka’aguy a los teléfonos: 0981-956346 y 0981-288063.

Bibliografía:

Canevari 1991. Nueva Guía de las Aves Argentinas tomo II. Narosky – Yzurieta 2006. Aves de Paraguay, Guía para la identificación. Vázquez Mazzini Editores.

AVES DEL NIDO DE GUYRA

Por ARNE J. LESTERHUIS

Aunque nos hizo esperar como tres semanas, al final llegó también la especie nueva para el nido del mes de Octubre. El día 21 de octubre una voz llamativa pero extraña se escuchó cerca la ventana y, al ver qué pasaba, se observó un ejemplar de anó grande ó ano guasu (Crotophaga major). Esta especie es un migrante austral, que generalmente anda en grupos tal como el ano ó anó chico (Crotophaga ani). Tal vez el presente individuo perdió su bandada y la estaba llamando. El ano guasu representa la especie número 102 para la oficina.

La semana en que se observó el ano guasu, fue una semana de cuclillos dado que se observaron dos otros miembros de la familia de cuclillos. Primero se vió un individuo de anó chico y luego una piririta ó piririgua (Guira guira) que fue perseguida por un pitogüe común (Pitangus sulphuratus). Otra observación de interés incluyen a una bandada de más o menos 15 individuos de maracaná ala roja (Aratinga leucopthalma) que se observó también en la misma semana. Sin embargo, la semana anterior ya se había escuchado a la especie sin poder ser observada.

Por último, en el mes de octubre se escuchó cantando el guyra káva o fiofío copetón (Elaenia flavogaster), que fue registrada por primera vez en el nido el mes pasado.

Un leve viento norte del 20 de octubre resultó en una observación de unos 15 a 20 Suirirí real o suirirí guasu (Tyrannus melancholicus) que pasaron volando medio alto y que deberían ser algunos de los últimos individuos que están llegando a sus áreas de reproducción. Varios consideraron descansar sobre la antena del nido, pero al macho que llegó primero (el 16 de septiembre suponiendo que es el mismo) no le gustó mucho esta idea y se metió en varias peleas ese día, marcando su territorio.

Por último, hoy día compartimos la oficina también con una pareja de bendito sea ó chesy hasy (Zonotricha capensis), que entran a buscar comida. Aunque en la foto solo se ve el macho, también la hembra suele entrar para comer unas semillitas que luego le da a su cría que todavía no tiene confianza y queda esperando afuera. El bendito sea no es la única especie de ave que entra para buscar comida, otros son el gorrión o guyra tupao (Passer domesticus), el sai hovy o chogüy (Thraupis sayaca) y el canario paraguay ó tuju (Sicalis flaveola) que de vez en cuando entran para buscar algo para comer.

BIRDING SUSTENTABLE

DESARROLLO SUSTENTABLE Y EL PAPEL DE LA OBSERVACIÓN DE AVES

Por ALISTAIR KERLIN

Un nuevo informe del Servicio de Vida Silvestre y Pesca de los EE.UU. (USFWS, según sus siglas en inglés) enseña la importancia del impacto económico de la actividad de observación de aves para la economía de los EE.UU. El informe habla de la demografía del birdwatcher y de la gran inversión que hace este grupo a la economía (cifras corresponden al año 2006).

Como vemos, esta actividad ofrece posibilidades para aprovechar de ella y contribuir a la economía local del Paraguay y de las comunidades ubicadas cerca de Áreas Importantes para la Conservación de Aves (IBAs, según sus siglas en inglés).

Obviamente, dadas las economías de los EE.UU. y del Paraguay, no es una comparación justa, pero es importante pensar en las cifras antes mencionadas y las oportunidades que tenemos aquí en Paraguay que, hasta hoy, todavía son interesantes para un aficionado de la observación de aves.

La pregunta es: ¿Cómo aprovechar esta oportunidad?

Cabe destacar que, para una salida de observación de aves, según las cifras de USFWS, 57% de los gastos corresponden a alojamiento y alimentación, 35% a transporte, y sólo 7% a servicios adicionales (guías, pilotos, etc.).

Entonces, vemos que no es necesario que uno sea un experto en la ornitología, ya que este porcentaje de los gastos es muy pequeño. Lo más importante es ofrecer lugares limpios, cómodos, bien mantenidos y amigables con el ambiente para que un birdwatcher que está todo el día (desde el amanecer hasta el atardecer y, a veces, más tarde) tenga buena comida y una buena cama para descansar, las cuales le ayudan a sentirse mejor al final del día, a pesar de la cantidad de especies observadas.

Es importante que los turistas, tanto nacionales como internacionales, tengan lugares interesantes para visitar y que estos lugares ofrezcan alojamiento y alimentación apropiados para que las comunidades locales paraguayas aprovechen de esta gran oportunidad que el turismo nos brinda.

Un pequeño resumen del informe es el siguiente:

• US$ 36 mil millones gastados por la actividad de observación de aves;

• 48 millones de birdwatchers en total (20% de la población total);

• 5.500.000 millones de días de observación de aves;

• 671.000 empleos nuevos por la actividad de observación de aves – representan US$ 28 mil millones de ingresos nuevos (tiempo completo, medio tiempo y trabajo temporal).

NOTAS DE INTERÉS

LA CETRERÍA Y SUS APLICACIONES PRÁCTICAS

Por RAÚL PALACIOS

La cetrería es el arte de adiestrar aves de presa para la caza: es arte porque cetrero y ave establecen un nexo de unión, donde el ave de presa permite participar, en cierta forma, al compañero humano, apreciando éste la interacción entre depredador y presa, producto de la evolución y adaptación de ambos a sus presas, en respuesta al establecimiento de un equilibrio debido al exceso de consumidores, en donde prevalecen los genes que cualifican las aptitudes necesarias para poder perpetuar la especie.

La palabra cetrería deriva de la palabra acetrería, utilizada en la antigüedad para nombrar a las personas que volaban azores (Accipiter gentilis), ya que a éstos se les denominaba accetreres. Los registros encontrados más antiguos de la práctica de la cetrería datan de 4.000 años atrás, en Siria, tallado en una antorcha, donde se aprecia a un hombre con un ave de la familia Accipitridae sobre la mano, sosteniendo a su presa, un conejo. El hombre vio cómo sacar provecho, adiestrándolas para capturar esas presas para su consumo; más allá del elitismo, ya que en la edad media era un derecho exclusivo de los nobles, donde la cetrería alcanzó su auge, cuyas penas fueron severas.

Con la llegada de las armas de fuego, se mermó hasta casi desaparecer este noble arte, fue entonces cuando precursores como Félix Rodríguez de la Fuente y otros naturalistas encontraron aplicaciones prácticas y hoy día se sigue innovando.

La cetrería no sólo contribuyó a las ciencias, puesto que los primeros estudios sobre aves, como por ejemplo la anatomía, se debieron a cetreros; también también se restableció la población de aves de cetrería mediante la cría, ya que, en Europa, halcones como el peregrino disminuyeron drásticamente durante las guerras, por las palomas mensajeras y luego por el DDT.

También se utiliza esta técnica para la rehabilitación y reintroducción al hábitat, obteniendo muy buenos resultados, así como exhibición en zoológicos o centros de rapaces, para la educación de las personas, especialmente niños, para respetarlas y cuidarlas. Actualmente se utilizan estas aves en el control biológico de plagas, donde favorece tanto a los conservacionistas como a los afectados, basandose en establecer una zona de peligro para las presas, mediante vuelos programados, evitando así la muerte innecesaria de muchas aves, y alejándolas de la zona de interés, por ejemplo: aeropuertos donde se reúnen focos de aves que representan un peligro por el potencial impacto que pueden producir; cultivos: por los perjuicios económicos que producen las grandes masas de aves al alimentarse.

Se utiliza también para evitar la diseminación de enfermedades a través de aves, como en centros urbanos, estadios e incluso para evitar el transporte de materiales tóxicos, como en vertederos e incluso en estaciones nucleares, donde las aves pueden diseminar radiación por las patas. Estas y otras utilidades se siguen encontrando, apostando a favor de un equilibrio beneficioso mediante el uso controlado de estas majestuosas aves.

NOTAS DE INTERÉS

MITOS Y LEYENDAS

LA LEYENDA DEL ÑANDÚ

Hace muchos, muchísimos años, habitaba en tierras mendocinas una tribu de indígenas muy buenos, hospitalarios y trabajadores. Vivían en paz hasta que un buen día se enteraron de que del otro lado de la cordillera y desde el norte de la región se les acercaban aborígenes guerreros muy bravíos.

Pronto los invasores los rodearon y entonces los nativos decidieron pedir ayuda a un pueblo amigo que vivía en el este. Sin embargo, para llevar la noticia, era necesario pasar a través del cerco de los enemigos y nadie se animaba a hacerlo.

Finalmente un muchacho de veinte años, fuerte y ágil, que se había casado con una joven de su tribu hacía apenas un mes, se presentó ante su jefe, resuelto a todo. Se ofreció a intentar la aventura y después de recibir una cariñosa despedida de los suyos, partió muy de madrugada en compañía de su esposa.

Marchando con el incansable trotecito indígena, marido y mujer no encontraron, sino hasta el segundo día, las avanzadas enemigas. Sin separarse ni por un momento y confiados en sus ágiles piernas, corrieron, saltaron, evitaron los lazos y boleadoras que los invasores les lanzaban. Perseguidos cada vez más de cerca por los feroces guerreros, continuaron la carrera, hacia el naciente. Y cuando parecía que ya iban a ser atrapados, comenzaron a sentirse más livianos; de pronto se transformaron. Las piernas se hicieron más delgadas, los brazos se convirtieron en alas, el cuerpo se les cubrió de plumas. Los rasgos humanos de los dos jóvenes desaparecieron para dar lugar a las esbeltas formas de dos aves de gran tamaño: quedaron convertidos en lo que, con el tiempo, se llamó ñandú.

A toda velocidad, dejando muy atrás a sus perseguidores, llegaron a la tribu de sus aliados. Éstos, alertados, tomaron sus armas y se pusieron en marcha rápidamente. Así sorprendieron a los invasores y los obligaron a regresar a sus tierras.

De este modo cuenta la leyenda que fue como apareció el ñandú sobre la tierra.

Fuente: http://www.argentina.gov.ar/argentina/portal/paginas.dhtml?pagina=224

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