SINFORIANO RODRÍGUEZ DOLDÁN EMPRENDIÓ EL GRAN VIAJE
Por PEDRO GAMARRA DOLDÁN
Hace muy pocos días nos dejó físicamente el Dr. Sinforiano Rodríguez Doldán, médico social, familiar; además de antropólogo, etnólogo, sociólogo y humanista.
El Dr. Rodríguez Doldán se recibió muy joven de médico y, pudiendo quedarse en la capital, optó por ir a Itauguá e Itá, entonces centros lejanos e incómodos. Su vocación de conocer al paraguayo por dentro era innata.
Bisnieto del Mayor Eduardo Vera, inevitable guerrero de la contienda del 70 y de luchas libertarias posteriores. Su padre, capitán Sinforiano Rodríguez, muere muy joven en la Guerra del Chaco. La madre, joven viuda, enfrenta con sus familiares tragedias de luchas chaqueñas y varias muertes. Su familia enfrenta los avatares del momento, con la única respuesta: Trabajar honestamente. Esa casa era un colmenar.
De su experiencia rural sacó la fuerza y las ganas para sus múltiples emprendimientos. Fue a Iquitos, la Amazonia peruana, a estudiar en esos lugares, la experiencia de vida de estos. Como médico ejerció la medicina tropical. Conoció diversas drogas, sus usos y aplicaciones de esas zonas.
Y leyó. Su dedicación a la investigación y al estudio permanente de nuestra historia –desde la distancia– lo conectó íntimamente con su tierra y su gente, al punto, que la replanteó desde su faceta de ser libre. No se casó con escuelas políticas ni sociales. De hablar pausado y coloquial, de un tono casi intimista, para él la palabra era un camino de expresar ideas y pensamientos, utilizando con precisión la que correspondía.
Vuelto al país se integró a su profesión de médico, pero no se aburguesó solo en eso. Se integró con ganas, dedicación y enseñanza al mundo cooperativo, preferentemente en Coomecipar, cooperativa en la que sostenía y difundía con brío el área solidaria y cultural.
Estudioso en gramática y filología del guaraní, fue convencional para la redacción de la Constitución de 1992, y sus intervenciones sobre la oficialización del guaraní como lengua con rol superior fueron decisivas.
Se vinculó a la Universidad Católica, al Centro de Estudios Antropológicos, en los que no solo era consejero, sino que publicó varios libros fundamentales sobre el tema, y su experiencia. Así aparece Antropología Cultural, entre otros libros.
Este libro, editado en el 2004 y re-editado en el 2009, fue una obra de más 500 páginas que tonificó la materia.
Al mismo tiempo, en la Academia de Medicina del Paraguay pronunció muchas charlas, una de las cuales abordó el tema de los componentes de la droga tropical, es decir, la experiencia de los pueblos originarios iquiteños y amazónicos.
Su vida siguió evolucionando en medio de la observación, la idea crítica y sensata y la siempre firme esperanza de un nuevo Paraguay.
Evocaciones
Fuente: ULTIMA HORA (ONLINE)
Sección CORREO SEMANAL
Sábado, 23 de Noviembre de 2019
www.ultimahora.com
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