PRIMER POEMA y TRAJINANTES DEL ALBA
Poesías de: CARLOS VILLAGRA MARSAL
PRIMER POEMA
Yo no puedo abrazar conjuntamente,
en el primer poema,
la correntada de tu gracia
y esa tranquila luz que ordena
tu figura.
Ni puedo recorrer, paso por paso,
la infinita comarca de tu frente.
Solo con la primer palabra,
cómo viajar toda la noche alta
de tus ojos.
Y cómo beberme en una copa
el vino innumerable
que exprime tu dulzura.
Porque en un poema
primero,
sólo puedo decirte
leve muchacha traspasada de soledad azul y estrellería,
mi niña pensativa,
nuevo, dulce
espacio de mi vida,
fragancia nacida de noviembre,
florecida
y rocío.
O bien, en el poema
primero,
puedo contar sencillamente
que te quiero,
que te quiero y levanto
un estandarte claro,
un estandarte siempre y verdadero.
Pero ahora déjame mirarte
desde la ventana pura
del sueño,
y extiéndeme la mano,
porque quiero entregarte
mi poema primero.
TRAJINANTES DEL ALBA
I
Portadora del día que el horizonte clama,
juventud que pronuncia su espiga bien nacida,
basta y sobra tu marcha para fundar la llama
en el yunque incesante de la voz repartida.
Con el pecho habitado de canciones urgentes,
iniciando los vientos con el ala segura,
los hombres que propone la luz adolescente
salvarán su camino del miedo y la basura.
Muchacho trabajado por esta fiebre altiva,
la libertad remonta su pulso hacia tu vuelo;
muchacha que propagas una flor decisiva,
la libertad arrima tu sueño a su desvelo.
II
A la patria sube
el fogoso pétalo:
le guardan los jóvenes
con su propio cuerpo,
sin otra vigilia,
sin otro contento
que el de abrir su aroma fulgurante y cierto.
La fría armadura
del sordo y el ciego
recula y se tuerce
ante un sol intrépido;
al joven impacto
del brazo sincero,
caerán las prisiones,
huirá el carcelero.
(De: Cantata del pueblo y sus banderas torrenciales,
1986)
Autora: TERESA MÉNDEZ-FAITH
Intercontinental Editora, 1995
Asunción-Paraguay, 362 páginas
