NIÑOSOTÉ (1)

Versión: DARÍO GÓMEZ SERRATO

El incapaz de percibir el paso de la luna sobre las primas musicantes del alma en tensión, no podrá deleitarse en la sutil serenata de las flores. Ni podrá comprender el misterioso encanto que aureola al niñosote de la leyenda.

Flor sensitiva que recrea su incomparable belleza en los fragantes valles guaraníes. Más sensible que mujer en celo. Más delicada que epiléptico niño. A la luz del sol y al roce del viento sur sus hojuelas se contraen. No admite el transplante. Ni se adapta a otro ambiente que no sea campo abierto al cielo. Donde la mano de Dios anidó su simiente.

En muchos meses del año se hace invisible de día. Sólo en las vísperas azules de la navidad cristiana se ofrece al mundo. En toda la maravilla de su gracia y perfume. Bajo el auspicio del Corochiré (2) trovero. Que desgrana su canción prenupcial.

Y cuando desata las magníficas filigranas de su corola pudorosa, lanza un gemido que estremece y sobrecoge de místico temor. Un penetrante quejido que imita el llanto de un niño... Y es que tiene su leyenda. Con esta flor de largos pétalos que en su origen fueron blanquísimos, la virgen María castigó al niño Jesús. Y las extremidades de su corola se tiñeron de sangre divina. Por eso también el quejido lastimero que exhala al abrirse. Y que nosotros escuchamos más de una vez en las verdes campiñas de Guarambaré. Cuando la madrina Yasy (3) nos llevaba de la máno a recitar al viento. A saludar a los lirios silvestres. Y soñar en un mismo superior.

Notas

1 Niñosoté: degeneración de niño azote.

2 Corochiré: ruiseñor guaraní.

3 Yasy: luna

Fuente: MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY. Compilación y selección de FRANCISCO PÉREZ-MARICEVICH. Editorial EL LECTOR - www.ellector.com.py . Tapa: ROBERTO GOIRIZ. Asunción-Paraguay. 1998 (187 páginas)

GALERÍA DE MITOS Y LEYENDAS DEL PARAGUAY

(Hacer click sobre la imagen)