MAURICIO JOSÉ TROCHE

Entre los próceres que forjaron la Independencia patria, no debe olvidarse el nombre del capitán Mauricio José Troche, actor modesto pero decisivo en los acontecimientos que aseguraron el triunfo de la revolución. "La historia apenas lo cita de paso -reflexiona Moreno-. Menos importante que otros contemporáneos, hasta su nombre fue a veces ignorado por la crónica de la época, al recordar con encomio su valiosa cooperación". Y es cierto; tan siquiera una calle de Asunción conmemora hoy su recuerdo.

            Era oriundo de San Isidro Labrador de Curuguaty, villa o ciudad en la provincia de mucha mayor importancia que ahora cuando se produjeron los acontecimientos de la emancipación. El año 1807, el cabildo de Curuguaty lo había nombrado procurador de la Villa y, en 1810, vino a sumarse al ejército aprestado para defensa del Paraguay contra la expedición armada de Belgrano, al frente de un importante contingente de milicianos curuguateños. Es presumible la suposición de que ganó su grado de capitán tras las batallas de Paraguarí y Tacuarí, en las cuales le cupo acción distinguida.

            Cuando el gobernador Velasco licenció las milicias, después de la derrota del patricio porteño, parte de esas tropas quedaron demoradas en el servicio del Cuartel de la Ribera, y el capitán Mauricio José Troche con ellas. El capitán Pedro Juan Cavallero decidió adelantar el golpe por las circunstancias conocidas, antes de la llegada del jefe Yegros y de las fuerzas que reuniría Cabañas en las cordilleras. Las tropas del Cuartel de la Ribera, donde quedó concentrado todo el parque con que contaba la provincia, eran las únicas existentes en la ciudad; pero cualquier hesitación o resistencia que entorpeciera la fulminante rebelión podía malograr el resultado de la revolución puesto que, con la primera alarma, se sumaría a la resistencia el elemento civil reaccionario, con el armamento del cuartel. No debe olvidarse que allí estaba también de servicio una compañía de granaderos al mando del oficial español Praga. Fue precisamente ese modesto capitán Troche, con la tropa curuguateña que le respondía incondicionalmente, quien aseguró entonces el triunfo de la revolución, apoyando, con sereno valor, a Cavallero e Iturbe para posesionarse del cuartel. Al día siguiente de la deposición de Velasco, Troche figuraba entre los principales caudillos revolucionarios que firmarían el acta del 9 de junio. "Las consideraciones que se le dispensaron entonces han de medirse por la prelación que se le dio sobre otros que, como Iturbe y Rivarola, unían a su posición social una brillante foja de servicios", dice Moreno.

            Pero tras esta acción principalísima, la actuación de Mauricio José Troche queda relegada a segundo término. A mediados del año 1812, el capitán se hallaba de regreso en su villa natal, desempeñando el cargo interino de comandante de Milicias por ausencia del titular Manuel Antonio de Villalba. Al año siguiente, la primera Junta de Gobierno lo comisionaba para dirigir la elección de diputados que ese distrito debía enviar al Congreso del 30 de setiembre. Troche era el hombre de mayor prestigio en Curuguaty, muy popular y con luces suficientes para una manifiesta influencia sobre el Cabildo local. Pero su celo de patriota y sus desacuerdos con el comandante Villalba, le movieron a acusarlo de connivencia con los partidarios de la confederación con Buenos Aires. Este se defendió poniendo de manifiesto ante Francia el avasallador influjo de Troche sobre el Cabildo de Curuguaty, como "oráculo de los vecinos". El dictador, celoso siempre del prestigio de cualquier militar, le formó proceso y ordenó su venida a la capital con el pretexto de prestar declaración. El 21 de febrero de 1815, el Cabildo de Villa Curuguaty dirigió una nota a Francia pidiendo la restitución de Troche a su pueblo natal por ser el único hombre capaz de asesorar el Ayuntamiento. Pero la petición no hizo sino agravar la situación, poniendo de manifiesto su influencia política en aquella ciudad. El dictador providenció la petición con la siguiente resolución: "Hágase saber a don Mauricio José Troche que no se debe ausentar de esta ciudad hasta otra providencia".

            La historia no se ha ocupado de la actuación posterior del modesto prócer de la Independencia. En un estudio sobre su personalidad, Moreno afirmaba que después de estas actuaciones referidas lo había tragado "el mar muerto de la dictadura". Pero el historiador Juan E. O'Leary descubrió en el Archivo Nacional algunos documentos que comprueban su estancia en Asunción, cuando menos, hasta el año 1838, retirado a la vida privada y ajeno por completo a toda vinculación política. Esta circunstancia lo salvó de la prisión y la muerte que segaron a todos sus antiguos camaradas de la revolución de mayo, Pero no existen constancias de la fecha de su fallecimiento.

BIBLIOGRAFÍA

Blas Garay: La Independencia.

Fulgencio R. Moreno: Mauricio José Troche (en Guarania).

Juan E. O'Leary: El capitán Mauricio José Troche (ídem).

Julio César Chaves: La revolución del 14 y 15 de mayo.

Fuente: CIEN VIDAS PARAGUAYAS Por CARLOS ZUBIZARRETA. Prólogo a esta edición CARLOS VILLAGRA MARSAL. Prólogo a la 2ª edición de 1985 ALFREDO M. SEIFERHELD. Comisión Nacional de Conmemoración del Bicentenario de la Independencia del Paraguay. Biblioteca Bicentenario Nº 6. EDITORIAL SERVILIBRO. Asunción – Paraguay. 2011 (240 páginas)